Santiago, Ansa
El investigador de Geofísica de la Universidad de Chile, Mario Pardo, descartó que en el balneario de Pichilemu, a 259 kilómetros de Santiago, haya un “enjambre sísmico” debido a los 52 movimientos que se registraron en los últimos días en la zona.
En Pichilemu se ubicó el epicentro del movimiento telúrico del 11 de marzo, que alcanzó 6,9 grados de magnitud en la escala abierta de Richter y tuvo dos réplicas por sobre los 6 grados.
“Estas son las réplicas asociadas a esa réplica. Son nada más que tecnicismos: un enjambre sísmico no corresponde a una secuencia de réplicas que se tardan un tiempo en desaparecer”, aclaró.
El experto, en entrevista con radio Cooperativa, explicó que la situación de Pichilemu ocurre en general en zonas “donde no puedes diferenciar un sismo principal y tienen magnitudes muy parecidas y se tardan algún tiempo en desaparecer”.
En términos estructurales, en la región las casas de adobe y edificios históricos son las más afectadas: de hecho, monseñor Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal, dijo que sólo 2 de los 66 templos de la región no sufrieron daños.