El anunciado desarme de la organización separatista armada vasca ETA para el 8 de abril consistirá en revelar los escondites de armas en Francia, y no debería contar con ninguna puesta en escena, indicó este sábado (18 de marzo del 2017) una fuente cercana al proceso.
La fuente afirmó que “el 8 de abril las autoridades judiciales francesas tendrán comunicación de todos los arsenales de ETA”.
El diario El País coincidía, citando “fuentes conocedoras del proceso”, en que el desarme “será tan sencillo como la entrega de un papel de los intermediarios civiles a la justicia francesa, para que ésta proceda” a requisar el material.
Según la fuente consultada por AFP , es posible que en España es posible que quede algún depósito “descontrolado” pero se espera que se entreguen datos de todos los sitios de escondite en Francia.
La misma fuente añadió que en principio la entrega de armas será “completa, total e irreversible”, y “sin haber destruido las armas, porque eso sería ilegal, sería destrucción de pruebas”.
El encargo de intermediar en el desarme ha sido hecho por ETA a una asociación vasca, Bizi, que por medio de un militante suyo, Jean-Noël Etcheverry, lanzó este viernes el anuncio del desarme, que debe quedar concluido el 8 de abril.
De cara a todo este proceso, el líder del partido separatista EH-Bildu, Arnaldo Otegi, volvió a pedir este sábado desde Biarritz, en el País Vasco francés, que no haya “obstáculos” por parte de París.
“Yo lo que espero es que por parte del gobierno francés no haya obstáculos para que se pueda realizar, y que éste sea un desarme total, integral, verificable”, declaró Otegi a la prensa, antes de participar en un foro sobre desarme y paz.
El gobierno español mantiene que, más allá del desarme, el objetivo es la desaparición de la banda, a la que se atribuyen 829 muertos en cuatro décadas de atentados y una larga campaña de extorsiones y secuestros.
Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco) pidió vigilancia para que en el proceso no se destruyan armas.
Son “pruebas fundamentales para esclarecer más de 300 crímenes”, dijo Ordóñez, cuyo hermano Gregorio fue asesinado por ETA en 1995 cuando era diputado regional vasco.
Más allá de esto, manifestó su descontento de que la banda no haya desaparecido tras haber renunciado definitivamente a la violencia en octubre de 2011, y conminó a las autoridades españolas: “Disuélvanlos con el Estado de derecho”.