Redacción Deportes
En abril de 2005, Leandro Desábato fue arrestado en Brasil. El argentino, entonces jugador de Quilmes, fue acusado de racismo al calificar como negro al delantero brasileño Grafite, del Sao Paulo.
Esto ocurrió luego del encuentro en Brasil. Por eso, Quilmes pagó USD 4 000 para que el jugador abandone la prisión, tras un encierro de 40 horas.
Luego, los testigos que culparon al defensa no ratificaron sus testimonios. Grafite tampoco insistió en la denuncia. Esta es solo una de las anécdotas que revelan el carácter fuerte del argentino.
La ficha
Leandro Desábato nació el 24 de enero de 1979 en Cafferata, Argentina. En 1997 debutó en la Primera división del fútbol argentino.
Ha jugado en Quilmes, Olimpo de Bahía Blanca y Argentinos Juniors. Hoy es pretendido por Boca Juniors. Desábato quiere jugar el Mundial con su selección.Con 1, 86 metros, Desábato mira casi siempre desde arriba a todos sus rivales y a sus compañeros de la defensa. Es un jugador con don de mando y, casi siempre, es el líder de su equipo.
El gaucho, de 31 años, debutó en la Primera división de su país en Estudiantes de La Plata, el club con el que ha conseguido sus mayores glorias deportivas.
En el conjunto ‘pincharrata’, el argentino pasó por las juveniles antes de dar el salto a Primera. Así también lo hicieron sus compañeros Juan Sebastián Verón, Agustín Alayes, Leandro Benítez y Marcos Angeleri. Los cinco conquistaron la Copa Libertadores y el subcampeonato del Mundial de clubes de este año.
Cuando tenía 18 años dejó Cafferata, un pueblo santafecino de 1 000 habitantes y viajó para incorporarse a la residencia de Estudiantes de La Plata.
Antes, en su Deportivo Cafferatense, había sido arquero. Y mucho antes, se había ganado el apodo de ‘Chavo’: “Era desobediente y desprolijo, como el de la televisión”, reveló su madre Lucía, en una declaración al Diario Perfil.
La progenitora también recordó con orgullo que su hijo siempre fue rápido. “A los 10 meses ya caminaba”.
Leandro mostró esa característica en Estudiantes desde 1997 hasta 2001. Luego, pasó a otros conjuntos de su país. En 2007 retornó a Estudiantes y mostró la misma entrega. Por eso, aunque sus amigos lo conocen como ‘Chavo’, los aficionados prefieren llamarlo el ‘Mariscal’.