El derrumbe entre El Quinche y Checa afecta la movilidad de los moradores. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
El trasbordo es tedioso. Debido al derrumbe ocurrido el jueves en la vía E35, entre El Quinche y Checa, la gente debe bajarse del bus en el sector de Aglla, caminar cerca de un kilómetro (sector del derrumbe) hasta Iguiñaro y luego abordar otra unidad.
En el lugar 6 200 metros cúbicos de tierra cayeron sobre los dos carriles y al momento maquinaria pesada trabaja en la limpieza. Solo el paso peatonal está habilitado.
Al mediodía de hoy 3 de agosto, durante 15 minutos, cerca de 500 personas caminaron de un extremo al otro. El río de gente es continuo. La vía nunca queda vacía.
Las personas que viajaron desde la estación Río Coca en Quito, pagaron 80 centavos y el bus las dejó al extremo norte de Checa. Debieron caminar entre 15 y 20 minutos, y luego tomar otro bus para llegar a El Quinche. La segunda unidad les cobró 25 centavos.