La fiesta del Rey de Reyes culminó con el pase del niño. Foto: William Tibán para EL COMERCIO
Unos 5 600 bailarines, danzantes y disfrazados participaron la mañana de este viernes 6 de enero del 2017, en el pase del Niño Rey de Reyes. El corso recorrió las calles céntricas de Riobamba, en la región andina del país, desde el oratorio de Santa Rosa hasta la Iglesia de la Loma de Quito.
En el trayecto de tres kilómetros, unos 5 000 devotos se apostaron en las veredas para atestiguar el paso de la imagen. La gente la recibió con pétalos de flores, aplausos y la consigna “Qué viva el Rey de Reyes”.
El corso es considerado un ícono de la tradición religiosa de Riobamba pues la imagen, que pertenece a la familia Mendoza, se venera desde 1797. Además, en la fiesta participan personajes populares como el diablo de lata, el Sacha Runa, los curiquingues, entre otros, que no aparecen en ninguna otra celebración andina.
Foto: William Tibán para EL COMERCIO
Este año la imagen vistió un traje azul con brillos plateados, y varios accesorios de oro donados por las personas que recibieron sus favores. “Mi niño es milagroso, por eso todos los años le retribuyo las bendiciones para mi familia en esta fiesta”, cuenta Margarita Llerena, propietaria de la imagen.
Ella y sus hijos heredaron la figura del Rey de Reyes de manos de su abuelo Segundo Mendoza. Desde entonces se dedican a organizar la logística del desfile junto a la comisión de priostes vitalicios.
Los priostes de este año, Vinicio Espinoza y Diego Segovia, llevaron al Niño en sus brazos en medio de un cerco policial. La fiesta del Rey de Reyes culminó con el pase del niño y se inició el pasado 27 de diciembre del 2016, con una novena. También hubo una marcha de antorchas, un albazo y un festejo artístico.