Daños por condiciones meteorológicas extremas fueron récord en 2017

En la foto, los estragos del fenómeno de El Niño en Machala, en Ecuador, en el año 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En la foto, los estragos del fenómeno de El Niño en Machala, en Ecuador, en el año 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En la foto, los estragos del fenómeno de El Niño en Machala, en Ecuador, en el año 2016. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Los daños por condiciones meteorológicas extremas fueron tan elevados el año pasado “como nunca antes”, según un reporte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Las razones fueron la inusual cantidad de huracanes en el Atlántico Norte, graves inundaciones en el subcontinente indio y fuertes sequías en partes de África Oriental, según el reporte que dio a conocer hoy, miércoles 21 de marzo, la OMM sobre el estado del clima en el 2017.

De acuerdo con este informe, 2017 fue el año más cálido hasta el momento sin influencia del fenómeno climático de El Niño. La OMM se basa en estimaciones de la reaseguradora Munich Re, que calculó los daños asegurados y no asegurados por catástrofes naturales en 2017 en USD 330 000 millones (unos 260 000 millones de euros). Tampoco el año actual se perfila mejor: "2018 comenzó como terminó 2017: con clima extremo, que destruyó vidas humanas y bases de subsistencia", explicó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

En el Ártico, las temperaturas fueron inusualmente elevadas, los habitantes del hemisferio norte enfrentaron temperaturas muy frías, en Australia y Argentina hizo un calor extremo, Kenia y Somalia sufrieron de sequía y la sudafricana Ciudad del Cabo, de escasez de agua.

El riesgo de morir de calor sube de manera constante desde 1980, consideró la OMM. Actualmente el 30 por ciento de la población mundial vive en zonas climáticas en las cuales al menos 20 días al año se presentan elevadas temperaturas que son potencialmente mortales.

Además, la organización confirmó datos provisorios de enero, según los cuales 2017 fue uno de los tres años más calurosos desde que comenzaron los registros hace más de 100 años.

Se trató del año más caluroso sin influencia de El Niño. La temperatura marcó 1,1 grados más que en el nivel preindustrial.

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