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En los días posteriores al 20 de abril de 2005 tuvo un quiebre en su vida. En cuestión de horas, el tercer hijo de los Bucaram Pulley estaba manejando un auto para sacar a su padre del Ecuador. Abdalá Bucaram Ortiz había tenido un aparatoso retorno de Panamá. Pero con la caída de Lucio Gutiérrez volvió a
ser prófugo.
Estaban por cruzar la frontera con Perú, en el sur. Fue a solas en el carro, cuando vio llorar a su padre. Ese día decidió que no podía excluirse. Que no podía seguir viendo a su madre María Rosa y a sus tres hermanos separados. Creyó que debía luchar por reunificar a su familia y que tenía una tarea pendiente en la política.
Tenía 23 años y había crecido estudiando entre colegios de Guayaquil y Ciudad de Panamá. Abdalá ‘Dalo’ Bucaram rechazaba la política por el recuerdo de la persecución e inculpación a su padre en un caso de drogas, la desintegración familiar, los exilios, los enemigos, las acusaciones…
‘Dalo’ es abogado, con una maestría en gestión política en la Universidad George Washington. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
Ahora, a los 34 años, intenta construir una historia propia. En septiembre del 2015 fundó un nuevo partido: Fuerza Ecuador (FE). El CNE le dio la lista 10, tradicionalmente conocida con el eslogan ‘La de los pobres’. Es el segundo candidato presidencial más joven para las elecciones del 2017.
Es abogado, con una maestría en gestión política en la Universidad George Washington. Está casado con la presentadora de TV Gabriela Pazmiño Pino, con quien tiene cuatro hijos: Dalia, María Gabriela, Abdalá Jesús y Charlotte.
“Como hijo honro a mi padre y a mi madre y estoy construyendo una historia propia”. Él no permite que le adjudiquen virtudes ni defectos del hombre que, considera, es el “más grande perseguido político”. Cree que es injusto y que no tiene por qué responder por la supuesta corrupción durante los seis meses del gobierno del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). “Denuncias que nunca se han comprobado”.
Tenía 14 años cuando el Congreso Nacional declaró a su padre “incapacitado mental” para gobernar. Tuvo que dejar el Colegio Cristóbal Colón, en Guayaquil, para ir a Panamá. En 1998, de vuelta al país, comenzó una carrera futbolística que no duró más de ocho años. Pasó por Emelec, Barcelona, Audaz Octubrino, Santa Rita y otros. Pero sin mucho éxito.
En el 2005 Jimmy Jairala, entonces director del PRE en Guayas, le preguntó si le interesaba participar en la dirigencia. Fue elegido para liderar el roldosismo en Guayaquil. “Ahí arrancó oficialmente su carrera política”. Pero su salto definitivo fue con la candidatura a asambleísta nacional (2009-2013). El Prefecto del Guayas ve en la generación joven a ‘Dalo’ Bucaram e Iván Espinel (candidato de 33 años), como parte de la renovación política en ciernes en el Ecuador.
Bucaram se jacta de ser el político con más experiencia. Casi “desde que gateaba”. Se ve como la quinta generación de populistas en el país. Enumera a Carlos Guevara Moreno, Assad Bucaram, Jaime Roldós y Abdalá Bucaram.
Para Jairala es “un populista moderno”. ‘Dalo’ se define como un político de centro-izquierda, humanista, cristiano al servicio del prójimo.
El exministro Víctor Hugo Sicouret, quien militó 28 años en el PRE, lo ve como el “candidato de la periferia”. Está preparado para la campaña y para gobernar, pero debe rodearse de asesores “con agallas”.
En diciembre del 2015, el consultor político Santiago Niego dijo que era un joven “que se ha preparado para ejercer el liderazgo”. Y que tendría una participación “interesante”.
A diferencia de su padre que forjó una carrera política desde las tarimas, ‘Dalo’ ha trasladado el espectáculo a las redes sociales. En el inicio de la campaña electoral irrumpió bailando salsa ‘choke’. Su paso de baile ya tiene hasta tutoriales en YouTube.
Usa las redes sociales para difundir sus mensajes. Su vida política y familiar es un reality show. Comenzó en el 2015 con ‘La GabyTV’, el canal en línea donde se conoce su historia personal a través de ‘Cara, cuerpo, rostro y familia’.
Su esposa es su principal marketera y animadora de la campaña. “Es un hombre que ha tenido esta bendición de poder ser ‘Dalo’ Bucaram, teniendo una figura política tan fuerte como su papá”, dice Pazmiño.
En diciembre del 2014 renunció a su segundo período legislativo (2013-2017). Tuvo duras controversias con el movimiento Alianza País. Fue sancionado en dos ocasiones, acusado de ofender a legisladoras oficialistas. Gina Godoy en esa época dijo que tenía licencia para “bociferar y agredir a sus compañeras”. En un inicio había sido un aliado político del Gobierno y promovió una amnistía para su padre.
‘Dalo’ dice que esa fue una época producto del odio y de la venganza que acumuló contra los políticos. En los últimos años tuvo una conversión a la política de paz que ha ido de la mano con un activismo cristiano. En el 2013 propuso como candidato presidencial al pastor evangélico Nelson Zavala. Él se caracterizó por un discurso homofóbico que inducía al odio y a la intolerancia a la orientación sexual.
Bucaram reconoció que fue un error esa candidatura. Pero hace pocos días firmó un pacto con la iglesia evangélica para establecer días feriados por la Biblia, la familia, la oración y del Ministro. Está dispuesto a “promover que Dios regrese al primer lugar de la Constitución”. Pero insiste en que no trata de imponer sus convicciones personales como políticas públicas. No al aborto, no al matrimonio homosexual, no a la marihuana para uso medicinal. Esos temas los sometería a consulta si llega al poder.
Hay quienes señalan que no votarán por ‘Dalo’ por su apellido. “Por un voto no voy a negar a mis padres”. En su último spot promueve el respeto a la familia y la ‘nueva fuerza del cambio’ al
estilo Roldós.