Redacción Negocios
Dos semanas antes de que el Banco de los Andes cierre deposité más de USD 100 000 de la venta de un bien.
Cecilia Puertas era la que captaba depósitos y nos decía que todo estaba bien al igual que el ex accionista Guillermo Dueñas. En diciembre de 2006 la entidad no pudo sostenerse más y cerró sus puertas. Desde entonces hasta ahora me han devuelto unos USD 15 000.
“Soy un hombre feliz. No hay que ponerse a llorar, sino mantenerse
activo, seguir siendo útil”.Mi problema ha sido ser un zoquete que creyó en las autoridades que controlan las entidades financieras en el país.
Soy ingeniero industrial e inversor y tengo un historial de pérdidas en los bancos.
En Fondo Visión del Banco Popular tenía unos USD 80 000 y recuperé menos de la mitad. Hay un juicio en los EE.UU. por esto pero no se sabe nada.
En el Popular tuve acciones, pero no me acuerdo cuánto era. Es mucho tiempo de eso. También invertí en acciones en la Previsora, en Mercantil Unido y una financiera. Nada de eso pude recobrar hasta ahora.
En Filanbanco Trust & Banking de Panamá, ahí sí recuperé mi dinero sin intereses.
Estoy cuereado con todo esto, ahora no pongo nada en la banca nacional, más que una cuenta corriente para lo necesario.
Pero pese a todo hay que seguir viviendo, tengo 83 años, soy jubilado del Seguro Social y recibo una pensión de EE.UU., donde laboré por 15 años, no es mucho pero ayuda. Todavía trabajo en una pequeña empresita de fabricación de tintas de impresión y servilletas de papel.
Soy un hombre feliz. No hay que ponerse a llorar, sino mantenerse activo, seguir siendo útil. A la edad madura lo mejor es vivir feliz, pasearme con mi señora, gozar de un buen cebiche…
No sé si recupere la plata, pero nuestra obligación como ciudadanos es tratar de que las leyes y la actitud de la gente mejore.
Tenemos que aprender a cumplir las leyes, aquí hay una turba de intermediarios que negocian con coimas, es una práctica general que no termina.
Mientras la orden del Presidente es que se cierren los bancos, hay una cantidad de cosas que no se cumplen, por lo que ambas cosas no encajan.
Para nosotros es conveniente el cierre del Banco de los Andes porque esto nos va a permitir llevar el caso a las cortes de justicia.
Se tomaron una serie de decisiones que perjudicaron a los clientes, muchos de ellos con pésima salud y gente jubilada.
Solo la conformación de la Junta de Acreedores tomó ocho meses. Tras la salida del primer liquidador, de quien tuvimos evidencias de que tenía relación con el ex propietario, la Superintendencia de Bancos (SBS) nombró a un abogado que tenía dos juicios penales en contra. Como Junta no dejamos que se posesione y pusieron a un burócrata de la SBS. Este señor no informaba nada a la Junta, por lo que incurrió en arbitrariedades.
El Seguro Social mantiene embargado hasta ahora el único activo de la entidad.
Ha sido tan difícil pelear contra la estructura administrativa y legal de la SBS y en general de todo el país. Los ciudadanos no pueden pelear contra tanta inercia y los intereses de los grupos de poder o de sus allegados.
Hay una cantidad ingente de créditos vinculados, se tiene comprobaciones y se presentó a la Fiscalía, pero no se hace nada. Esperamos que como Junta de Acreedores golpeemos firmemente en lo legal y ayudar a que el Banco Central cobre las deudas y pague a los acreedores.