Redacción Cuenca
Las remesas son el pilar de la economía cuencana. Pero hay un descenso en el envío de ese dinero, por ejemplo, en el primer semestre de este año llegaron USD 10 millones menos que en el mismo período de 2008. ¿Cómo afectará esta reducción?
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Economista y especializado en Microfinanzas y Desarrollo Social (España). Trabaja con las cooperativas de ahorro y crédito.
Su punto de vista. Cuenca debe aplicar un modelo de desarrollo en el cual se asesore al emigrante para que invierta bien y no solo se dedique a consumir.
Pese a los anuncios, el emigrante en el exterior sigue con inseguridad laboral y desempleo, por ello retornan al país. Eso puede afectar a la economía nacional porque las remesas y el petróleo son los principales ingresos. El Gobierno anunció un plan para mejorar las condiciones para el retorno, pero es un tema en discusión porque esas condiciones no son las adecuadas… No hay una política de Estado para garantizar que ellos se reinserten en el aparato productivo.
Se calcula que hay 300 000 azuayos en el exterior. Este año, varios regresaron por la crisis económica. ¿Cuenca está preparada?
No. Hay que mejorar en educación, salud, vivienda y oportunidades de trabajo. Si brindamos al compatriota la oportunidad para regresar y a su llegada no cubre sus necesidades, se irá otra vez.
Y, ¿el emigrante cómo puede aportar?
Llega e invierte en productos y empresas que no dan la rentabilidad que esperaba y en lugar de beneficiarse se perjudica. Por ello, la ciudad debe garantizar un modelo en el que ellos sean asesorados en qué invertir o crear fuentes de trabajo para quienes llegan sin remesas. Para las autoridades locales debería ser un reto saber cómo traer esa inversión e identificar cuáles son los negocios que pueden reactivar la economía de Cuenca.
Al llegar el emigrante se topa con una Cuenca comercial (4 200 empresas del sector) que vive de su dinero y donde no se abrieron industrias que ofrezcan trabajo. ¿Cómo lograr su reinserción con empleo seguro?
A la sociedad cuencana, por la migración, parece que no le costaba el dinero. Además es una de las urbes más caras del país porque se pagaba el precio que le ponían. Ahora cuando ya no hay tantos recursos la situación cambia. Es necesario crear oportunidades para el emigrante.
¿Cómo generar esas opciones para el emigrante?
En la urbe hay ideas de traer las remesas para la producción, pero queda en una buena intención si el emigrante no recibe una educación previa sobre la importancia de generar ahorro y no gastar por gastar. Hay que crear condiciones por parte de los gobiernos locales y generar una cultura de inversión, ahorro…
Pero hay planes que buscan canalizar ese dinero a la producción y para generar fuentes de trabajo, ¿por qué no surten efecto?
El emigrante no se siente preparado. El mercado cuencano es duro y competitivo y ellos por su desconocimiento terminan sus proyectos porque sienten que en dos o tres meses la inversión no les genera la rentabilidad que esperaban, en el lugar de esperar el ciclo normal de un proyecto. Además, hay negocios que se manejaron a control remoto y sus familias no sienten la necesidad de invertir sino vivir de la remesa.
¿Cuál es la solución?
Es vital que el emigrante se sienta inmerso en el modelo. Es una tarea de universidades, gobiernos seccionales como juntas parroquiales generar una cultura de emprendimiento. Hay que elaborar una agenda de desarrollo que ya se hizo con otros sectores como el ganadero… Lo que hace la Secretaría Nacional de Migración para facilitar el retorno está bien, pero se debe dar algo más y hace falta la articulación con el sector privado. El emigrante necesita asesoría para invertir.
Otro desafío de Cuenca es cómo dejar de depender de las remesas. ¿Hay opciones en el corto o mediano plazo?
Cuenca es una urbe comercial y caracterizada por una industria importante, pero se debería fortalecer el turismo. La ciudad tiene una importante infraestructura para esa actividad.
También falta invertir en proyectos de los jóvenes, si para ellos se cierran las puertas por falta de experiencia son potenciales emigrantes.
Ninguna autoridad ha propuesto o por lo menos ha debatido el tema.
Se ocurre por el desconocimiento. Lo primero que deben hacer las autoridades locales es realizar un inventario sobre las entidades y la tipología de la gente que existe en la ciudad. Hay instituciones que a veces hacen el mismo trabajo y que desconocen que están en el mercado.
No hay planes para incentivar la instalación de industrias, lo que se hace está ligado con los emprendimientos, que aún no son una fuente importante de trabajo para la región. ¿Se espera que la crisis en el exterior se supere para que todo vuelva a la normalidad?
Sería triste porque el país está invirtiendo en la educación de la gente. Si nadie hace nada por cambiar la situación la población buscará una opción de vida. Aspiro a que el nuevo modelo de economía popular y solidaria se vaya articulando poco a poco para ayudar. La tarea de la Alcaldía es articular a los actores en función de objetivos pequeños, pero concretos. A veces el error de los gobiernos es tratar de abarcar todo en un mismo período con el objetivo que me reelijan. Es necesario que alguien tome la batuta.