El asambleísta Ricardo Moncayo abandonó la oficina ubicada en el Palacio Legislativo. Foto: Paúl Zamora / EL COMERCIO
El legislador de Creo, Ricardo Moncayo, llevó cajas de cartón hasta su antigua oficina ubicada en el mezzanine del Palacio Legislativo, en la Gran Colombia y Piedrahita. Las utilizó para transportar algunos documentos que todavía reposaban en ese despacho. La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, le informó que debía desocupar ese espacio pues lo necesitaba para una actividad administrativa.
Moncayo ocupó oficialmente ese despacho desde mayo del 2013 hasta mayo del 2015. Durante ese período formó parte del Consejo de Administración Legislativa (CAL), que está conformado por la Presidenta, las dos vicepresidentas y cuatro vocales.
En mayo del 2015 se dio una renovación de esos espacios. El oficialismo veía con buenos ojos que Moncayo sea reelegido para esa vocalía del CAL, pero Creo propuso el nombre de Diego Salgado, idea que fue rechazada por la mayoría oficialista. Finalmente, la cuarta vocalía del CAL quedó vacía desde mayo del 2015 y Moncayo tuvo la oportunidad de permanecer en esa oficina, que estaba asignada al cuarto vocal del CAL.
Durante ese tiempo el espacio no solo ha sido utilizado por Moncayo. Al ser el único opositor de Creo que tenía un lugar en el edificio legislativo, era usado también por otros colegas a los que les facilitaba un sitio para tener reuniones o para que usen las impresoras o computadoras.
El oficialista Fausto Cayambe, miembro del CAL, dijo que Moncayo debe desocupar esa oficina pues él ya no es miembro de esa instancia. “El cupo esta ahí para el cuarto vocal, pero la oposición no se pone de acuerdo”.