La reducción de costos del Metro es viable en tres rubros de la obra
Rodas Metro.
El proyecto para construir el túnel y las paradas del Metro podría ser negociado en tres ámbitos: costos indirectos, optimizaciones del diseño y una reasignación de obras a otras empresas. Esto permitiría reducir la brecha financiera de esta obra que, actualmente, bordea los USD 490 millones, con relación al precio referencial del total: 1 500 millones.
El proceso de negociación se realizará con el consorcio que presentó la oferta más baja, informó el alcalde Mauricio Rodas.
La propuesta que cumple este requisito es Obedrecht-Acciona que planteó un precio de USD 1 587 millones para la construcción de un túnel de 22 kilómetros y 13 paradas. Los montos de los otros tres ofertantes fluctuaban entre 1 704 millones y 1 949 millones.
Los ámbitos que pueden ser negociados, entre las partes, son conocidos técnicamente como alcance, el riesgo y la responsabilidad constructiva, explicó Édgar Jácome, exgerente de Metro de Quito.
En la práctica esto significa que se pueden llegar a acuerdos para hacer modificaciones al diseño. “Son obras que no implicarían cambios estructurales ni afectarían a la seguridad”, precisó Jácome.
Las medidas que se podrían tomar para reducir la diferencia de costos consisten en hacer modificaciones leves en ciertos sitios del trazado del túnel, reducir la profundidad de las estaciones, optimizar la iluminación, hacer estaciones más pequeñas, asignar la construcción de ciertas obras a otras empresas…
Con este escenario, el Municipio podría ahorrar en promedio entre USD 150 millones y 180 millones. A esto se sumarían 10 millones que se redujeron durante la contratación de vagones y rieles. La diferencia por refinanciar sería 300 millones, comentó Jácome.
Otro de los aspectos que se podrían abordar en este proceso de negociación es la reducción de costos indirectos y extraer ciertos rubros del proyecto (reasignar ciertas obras a otras empresas), sugirió Carlos Páez, jefe del bloque Alianza País y exsecretario de Movilidad, durante la gestión del exalcalde Augusto Barrera.
En el caso de los costos indirectos (gastos administrativos, utilidades, oficinas, etc.), que en el proyecto referencial representaba el 20%, se podría acordar con la empresa oferente para disminuir los precios. En promedio se estima que, en la propuesta más baja, estos bordearían el 37%. Con la extracción de ciertos rubros, el edil se refirió a coordinar con otras empresas la construcción de las subestaciones eléctricas o el sistema de recaudo.
La negociación con Odebrech-Acciona no tiene plazos establecidos. Jácome consideró que en el mejor de los escenarios la firma del contrato e inicio de obras iniciaría en julio del 2015.
Los trámites de negociación, acuerdo entre el Municipio y Odebrecht-Acciona, solicitud de un nuevo crédito y firma del contrato requieren del aval de los organismos multilaterales que financian una parte de la obra: CAF, BID, BIRF, BEI.
La negociación no es el último paso. Una vez que concluya este proceso y se conozca la diferencia que debe asumir el Cabildo se deberá gestionar un nuevo crédito. Marco Ponce, presidente de la Comisión de Presupuesto, señaló que el Municipio reúne las condiciones para asumir una nueva deuda.
La capacidad de endeudamiento ascendería hasta el 2019 hasta 190%, de los 200% permitidos. Pero para acceder a un nuevo crédito se requiere el aval financiero del Gobierno Nacional. Ayer, el presidente Rafael Correa ofreció conceder estas garantías y asignar los USD 750 millones comprometidos inicialmente para este sistema de transporte.
La negociación para reducir la diferencia de costos estará a cargo de la Empresa Metro de Quito y los representantes de Obedrecht-Acciona. Este consorcio fue ya notificado formalmente por la entidad municipal sobre el proceso que se emprenderá, informó ayer Mauricio Anderson, gerente de la Empresa Pública Metro de Quito, durante una entrevista en radio Municipal.
Oficialmente, los ejes que serán considerados para reducir la brecha financiera no han sido revelados. Anderson mencionó que presentará sus “cartas” oportunamente. La negociación será supervisada y evaluada por los organismos multilaterales. Además, la cláusula de confidencialidad, que se aplica desde que empezó el análisis de las ofertas económicas, se mantendrá hasta que se adjudique la obra.
Para el proceso de contratación de la fase dos del Metro (túnel y paradas), se toma como referencia las políticas de los bancos Interamericano de Desarrollo y Mundial. En esta normativa, se plantea esta cláusula de confidencialidad y se establece que si los costos planteados por los oferentes superaran el precio referencial se puede negociar con la empresa de la oferta más económica.
En contexto
Las ofertas que se presentaron, en julio del 2014, para construir el túnel y paradas del Metro superaron el costo total del proyecto. Para cubrir la brecha se solicitaron recursos adicionales al Estado. Luego el Municipio optó por cubrir esa diferencia con un crédito adicional.