Este año, la Unidad de Delitos Aduaneros decomisó 12 000 prendas de vestir. Foto: Cortesía
Las fronteras se cerraron. En las calles se instalaron retenes policiales y militares. Por las noches regía el toque de queda y durante el día hubo restricciones para la movilidad. En medio de este escenario, las mafias del contrabando nunca dejaron de operar durante la crisis por el coronavirus. Al contrario, crecieron.
Los agentes confirman aquello y la cantidad de productos decomisados lo ratifican.
Entre el 1 de enero y el 31 de agosto, la Unidad de Investigación de Delitos Aduaneros y Tributarios de la Policía (UDAT) decomisó 18 millones de productos que ingresaron de forma ilegal al país.
En el mismo período del 2019 se descubrieron 4,2 millones de productos. El incremento en las incautaciones se presenta en varios artículos.
¿Por qué el contrabando creció en medio de la pandemia? Joan Luna, jefe de la UDAT, dice que las redes ilícitas usaron con mayor frecuencia los pasos clandestinos o trochas.
En el país, el producto que más entra de contrabando es el cigarrillo. Un informe de la Policía dice que esto ocurre porque su margen de utilidad es del 172%. Esto significa que una cajetilla de origen ilícito se vende en USD 1,20, mientras que el mismo producto importado legalmente o fabricado en el país cuesta USD 5,40.
Otros productos que entran con frecuencia de manera ilegal son los perecibles, como el arroz, cebolla, papas, café, huevos, entre otros. En esta lista también están artículos de bisutería, prendas de vestir, medicamentos, calzado, celulares, televisores y otros.
El jueves pasado, la UDAT decomisó un camión en donde se transportaban 500 000 unidades de cigarrillos, valoradas en USD 50 000. Tres personas fueron detenidas y un mes antes había sido arrestado el cabecilla de esta organización.
Según las investigaciones de los agentes, esta banda tenía nexos con otras organizaciones ilícitas que operan en Nariño, en la frontera con Ecuador.
“Gracias a los informes de la Policía colombiana sabemos que hay dinero del narcotráfico detrás del contrabando de cigarrillos”, señala Luna.
Para la industria tabacalera, que es la más afectada, el contrabando de cigarrillos en el país ha copado el mercado. De 10 cajetillas que se comercializan, 7,2 son de contrabando. Así lo afirma la empresa Phillip Morris Internacional, que contrató un estudio de mercado para conocer la situación de sus filiales en Ecuador.
Según el estudio de esta empresa internacional, cuyos resultados fueron compartidos con este Diario, entre el 2015 y 2019, el Estado ha dejado de percibir USD 800 millones por concepto del Impuesto a los Consumos Especiales.
El modo de operar de las bandas dedicadas al contrabando comienza cuando emisarios ecuatorianos visitan Colombia o Perú. Allí adquieren contenedores o camiones enteros con productos.
En el caso de los cigarrillos, la Policía Aduanera de Colombia señala que la mercadería es importada a Colombia desde China. Desde el vecino país se envía hacia Chile, Ecuador, Guatemala y otros países de la región.
En febrero pasado, Ameripol, que es la organización de las policías de América, envió una alerta para que todos los países trabajen en operativos para frenar el contrabando.
En el operativo del jueves 17 de septiembre, la Policía descubrió que el jefe de una red de contrabando traía tabacos y licor bajo pedido.
El sospechoso fue identificado luego de que colgara videos en sus redes sociales en los que se le veía bañándose con billetes. “Este es mi jabón”, gritaba y con su mano derecha sujetaba billetes de USD 20, mientras se frotaba el pecho y la cabeza.
Para el alcalde de Tulcán, Cristian Benavides, el contrabando ha impactado en la economía de esta ciudad fronteriza y ha afectado “a productores locales y al sector agrícola”.
Por ejemplo, una botella de café que entra de contrabando se vende en USD 7 u USD 8. El mismo producto, en el mercado legal ecuatoriano, cuesta hasta USD 10.
El quintal de arroz de contrabando cuesta USD 10, mientras que el producto legal puede llegar a USD 40.
“No hay forma de que el comercio local, que se desarrolla de forma legal y que paga arriendos, luz e impuestos pueda competir con esos precios”, indica el Alcalde.
Según el funcionario, las muertes de cuatro personas en este año, ocurrida en el sector de El Brinco, un paso ilegal que une a Ecuador con Colombia, están vinculadas con mafias del contrabando.
El funcionario reconoce que debido a la pandemia y a la crisis económica “hay familias que sobreviven pasando productos en mínimas cantidades, como jabón, insumos de limpieza, papel higiénico y café. Son insumos que les permiten subsistir con ingresos de entre USD 8 y 10 cada día”.
Para los agentes de la Policía Judicial que investigan estos temas, el contrabando en las zonas de frontera también financia otras economías ilícitas como la trata de personas y la venta de productos robados.
Desde enero hasta el 31 de agosto pasado, 125 personas han sido detenidas y acusadas de contrabando, un delito se sanciona con penas de tres a cinco años de cárcel.