Redacción Sociedad
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Un plato de encebollado o mote con chicharrón, antes de ir a jugar basquetbol en el parque del barrio. Eso acostumbra consumir la familia de Aracely Vélez, durante los fines de semana.
Esta madre de familia que habita en la Ferroviaria Baja, al sur de la capital, cuenta que en su hogar, los gustos no están definidos en el tema culinario.
Consejos para cocinar sano
No usar achiote o mantecas en las sopas, en su lugar rallar una zanahoria.
Para espesar las cremas no use harinas, licue brócoli, zapallo o suquini.
Evitar las salsas y mayonesas, en su lugar usar aderezos con vinagre y limón o yogur natural.
Cocer al vapor las verduras para que no pierdan sus propiedades. En las ensaladas usar aceites vegetales como el de oliva, de girasol y maíz.
Evitar las frituras, preferir preparar los alimentos (papas, pollo, carne, pescado) al horno, a la parrilla o al vapor. En locales como Supermaxi o Mi Comisariato, usted encontrará varias alternativas de parrillas o planchas para el asado.
Una ensalada simple pero nutritiva se puede elaborar a base de lechuga, rodajas de tomate riñón, aceitunas sin pepa, queso mozarella, albahaca, vinagre y aceite de oliva. A eso le puede adherir trozos de jamón de pavo y trocitos de pan integral.
Ninguno se preocupa por la onda dietética, tampoco por asistir a un sitio especial para comer. Más bien todo depende de los deseos de su hija Adelyn, de 4 años, y de su hijo Édgar de 11.
Aracely tampoco suele preparar una lonchera especial para que Adelyn lleve al Prekinder.
“A veces le mando queso con plátano frito; en otras ocasiones, arroz con ensalada y carne”.
Al hijo mayor, los padres le dan dinero para que él compre en el bar del colegio lo que prefiera, aunque –dice- siempre le recomienda que coma alguna fruta.
Vélez confiesa que durante los fines de semana, por lo general, prefieren salir a un restaurante (aunque tampoco tiene preferencias), en busca de un respiro, después de una semana ajetreada.
“Casi todos los sábados y domingos salimos después de las 16:00 a pasear y a jugar basquetbol, en el parque del barrio”.
Pero para tener el suficiente tiempo, motiva a Adelyn y a Édgar a que realicen las tareas escolares, la tarde del viernes.
Antes de ir de paseo o al juego, Aracely y su esposo Jairo Zapata, ayudante de bodega en una empresa quiteña, se dedican a arreglar su casa, a lavar y a planchar la ropa para la semana siguiente. Así es como transcurren los sábados y domingos para estos ciudadanos.
En otro lugar de la ciudad, la sopa de verduras y los locros son las comidas que realmente deleitan a Gabriela Guerrero. Sin embargo, ella prefiere consumir preparaciones caseras.
No es muy partidaria de escoger un restaurante cualquiera, para alimentar a los suyos. No obstante, esta lojana, radicada en Quito desde hace 11 años, reconoce que hay fines de semana, sobre todo los domingos, en los cuales su familia opta por pedir comida a domicilio. Están cansados del ritmo de trabajo.
“A veces pedimos simplemente un pollo asado y en otras ocasiones algo de mariscos. Lo hacemos porque regresamos cansados y ya no alcanzamos a cocinar”.
Para Guerrero es casi un hábito salir a pasear en algún parque o ir de compras, aunque en la mañana se dedica al arreglo de la vivienda, ubicada en la ciudadela Santa Anita, en el sur.
Los domingos, por lo general, prefiere quedarse en su hogar junto con su hija Eduarda, de 3 años, y en compañía de sus padres. Además, se entretiene frente al televisor, ve alguna película en TVcable, ya que “los canales nacionales no tienen nada interesante para mirar”.
Rocío Cabrera tiene dos hijos, de 13 y 15 años. Hasta hace más de un año escogía siempre un patio de comidas de cualquier centro comercial, para el almuerzo de fin de semana.
Pero se cansó del tiempo perdido en las filas y de los problemas para encontrar mesa disponible. Y descubrió que con lo que gasta por comer fuera esos días, hace las compras de una semana en un supermercado. Ahora va contadas veces.
“Los fines de semana me gusta hacer algo especial, pero no muy complicado para pasar tiempo en familia. Preparo arroz con camarones o lasaña”, cuenta.
¿Cómo llevar el almuerzo a la oficina?
El arroz no debe juntarse con el tomate porque se acidifica y puede dañarse.
Tampoco añada limón, porque también lo fermenta.
Si la carne se lleva junto a la porción de arroz no causa problemas de ningún tipo.
Si no está refrigerada, la comida comienza a contaminarse a las cuatro horas de haberse preparado.
No lleve comida caliente porque se puede estropear con facilidad. Una vez cocinada deje que se enfríe antes de transportarla.
No lleve jugos de mora, piña o naranjilla, que pudieran fermentarse rápidamente (más todavía en sitios calientes). Es preferible, por ejemplo, trasladar avena, que tiene fibra y carbohidratos.
Si desea mantener en buen estado los alimentos, es mejor usar recipientes de plástico o los que tienen un sellado hermético.
Un postre que se puede trasladar sin dificultades y que además es sano son las frutas, por ejemplo naranjas, manzana, mangos u otras que están de temporada.
Es necesario llevar productos balanceados, es decir, proteínas, carbohidratos y grasas. Este equilibrio nutricional impide el aumento de peso. Un oficinista necesita hasta 2 500 calorías diarias.
El tipo de recipiente es muy importante. Tiene que disponer del espacio adecuado, es decir, ni demasiado grande ni muy pequeño. Allí debe entrar una cantidad de comida adecuada a las necesidades de cada uno.
El desayuno es el mas importante
Día 1 Yogur, granola, huevos revueltos y fruta (granadilla).
Día 2 Batido de leche con guineo, tortilla con queso y jamón y fruta (manzana).
Día 3 Leche, pan, queso y fruta (melón).
Día 4 Agua aromática de anís, media taza de arroz con una porción de pollo y ensalada de col morada.
Día 5 Agua aromática, ensalada césar (lechuga, pan frito, aceite de oliva, huevo duro picado y pechuga de pollo).
La cena siempre se sirve con ensaladas
Día 1 Taza de leche, sánduche de queso ensalada de lechuga.
Día 2 Taza de leche, sánduche de queso, pan y ensalada de habas aromatizadas con tomillo, orégano y laurel.
Día 3 Yogur con frutas (papaya, uvas, guineo), granola y ensalada de vainitas con zanahoria.
Día 4 Yogur, galletas
integrales, huevos a la copa y fruta (guineo).
Día 5 Batido de naranjilla, sánduche de pollo, fruta (sandía).
A domicilio
Comida casera, con sazón de la Costa. María Mosquera prepara platos para una familia o para todo tipo de eventos. Ofrece desayunos con empanadas de camarón o pescado, bocaditos de yuca, bolones de verde, jugos de coco o badea… Y para almorzar: encocado de pescado, cebiches… El costo por persona es de USD 6. Incluye el servicio a domicilio. Contactos en el 08 776 7682.
Si gusta del pollo al carbón, una opción es Carioco, en la av. América y Buenos Aires, esquina. Le atienden de lunes a sábado, de 11:00 a 20:00. Y los domingos, de 10:30 a 16:00. Un pollo entero, con una porción grande de papas, le cuesta USD 9,50, más USD 1 por el transporte.
Hay varias alternativas de combos, también cuartos. Teléfonos 255 9778 y 223 5599.
En Cactus Café tiene servicio de 07:30 a 21:30, de lunes a domingo. Le llevan el desayuno hasta su casa por USD 5, en promedio. Puede solicitar ensalada de frutas, café, huevos, bagel con salmón (pan de harina de trigo), etc.Como plato fuerte, por unos USD 10, hay lomo fino, carnes a la parrilla, trucha y burritos ‘light’. En Quito:
289 2740 y en Cumbayá, al
243 7759 ó al 1 800 222 887.
Para saborear mariscos, una alternativa es Red Crab, que sirve a domicilio al sector norte y valles. Sirven varias especialidades con cangrejo, festival de cebiches, langostino apanado, salmón, pargo… Le atienden de lunes a sábados, de 11:00 a 23:00, y los domingos, de 11:00 a 18:30. El costo promedio por plato es de USD 13,50, más USD 2, por el servicio a casa.
Para quien guste de opciones más ‘light’ está El Maple, que prepara comida vegetariana. Puede probar varios platos ligeros y sabrosos, entre ellos fritada vegetariana, llapingachos, salchichas vegetarianas, encurtido, ensaladas, por ejemplo, de remolacha. Por cada plato debe cancelar USD 4, 15, más impuestos.Para sus pedidos llame al 290 0000.
Un desayuno saludable , con yogur y pan de yuca. En Cassave le ofrecen yogures de varios sabores, además jugos naturales y variedades de café, por ejemplo capuchino. Hay varios combos, el más económico es un vaso de yogur y dos panes por USD 1,55. Pero el consumidor tiene una gama para pedir. Puede llamar al 1 800 726 339, de lunes a domingo, desde las 08:45.
Cuáles son los recipientes más aconsejables
Líquidos. Para los jugos es recomendable el recipiente de vidrio. El de metal, por ejemplo, puede descomponer de inmediato el contenido.
Opciones. Para los sánduches, empanadas, bolones y pasteles que se lleven a la oficina es recomendable utilizar papel de aluminio. Los nutricionistas dicen que aquello es seguro.
Seguridad. Los recipientes individuales (arroz, sopa y salsas) cuestan entre USD 5 y 7. Los más completos y con material Tupperware (hermético) llegan a costar USD 15 ó 17.