Serían al menos 20 los homosexuales que en menos de un año habrían caído en la trampa de los ‘Yayitos’, delincuentes que ofrecían servicios sexuales para finalmente atracar a sus víctimas.
A pesar de que las autoridades formalmente solo cuentan con cinco denuncias, los casos podrían ascender luego de utilizar este ‘modus operandi’ durante unos ocho meses.
Los hombres, identificados como Juan R. y Silvio H., los engañaban, torturaban y luego les hurtaban el dinero de sus cuentas bancarias.
Brandon José Tortelo, detenido la semana pasada por otros hechos, también fue vinculado al proceso.
Lo primero que hacían Rivas y Herrera era ofrecer sus servicios sexuales en redes sociales y páginas web para encuentros de este tipo, en las que exhibían fotografías mostrando su cuerpo. Algunas de ellas eran de tipo sexual. Por cada relación, en la que ambos participaban, el cliente debía pagar alrededor de 150 000 pesos.
Así se pudo determinar con audios que conoció Citynoticias y en los que se escucha a los presuntos criminales cuadrar encuentros y tarifas con clientes.
Las citas siempre eran pactadas por los presuntos delincuentes en hostales u hoteles de la localidad de Chapinero, por medio de llamadas telefónicas, que más adelante fueron claves para dar con su paradero.
Según investigadores del caso, en el lugar, les pedían a las víctimas que accedieran a ser esposadas y vendadas. Algunos fueron heridas con arma blanca.
En ese momento, Rivas y Herrera los sometían y les obligaban a darles las claves de sus tarjetas débito.
Durante la operación que dio con su captura, en la que participaron la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación, lograron determinar que uno de ellos permanecía en el sitio con el agredido mientras que el otro robaba el dinero. Al finalizar, los tres salían como si nada y la víctima, por lo general, evitaba interponer la denuncia. La mayoría eran ejecutivos y algunos con familia.
Solo por lo que hasta ahora conocen las autoridades, asumen que serían unos $ 25 millones los que habrían logrado hurtar mediante esa modalidad.
Rivas y Herrera actualmente vivían en una casa situada en la localidad de Rafael Uribe Uribe, pero estaban acostumbrados a cambiar de lugar de residencia continuamente.
Según los investigadores, ocupaban habitaciones ubicadas en esos sectores, Tunjuelito y Teusaquillo, por dos o tres meses. Dos años atrás habían llegado de Montería (Córdoba).
Los dos hombres fueron enviados a la cárcel por un juez, mientras se adelanta su proceso. Deberán responder por los delitos de secuestro, hurto calificado y agravado, lesiones personales y daño informático.