Roxana Cazco. Corresponsal en Madrid y Redacción Cultura
Leonardo Valencia no la ha visto en Barcelona. Y eso que el escritor, quien reside en Cataluña desde hace 11 años, es un asiduo de librerías y círculos literarios. Desde su presentación hace un mes en Casa de América de Madrid no ha sabido de la Colección de Literatura de Ecuador y sus cinco tomos de novela, cuento y poesía, editada por Alfaguara.
Ecuador en la Feria
Además de la colección de Alfaguara, la literatura ecuatoriana está representada en la Feria Internacional de Madrid con el volumen ‘Estación de lluvia’, que contiene los cuentos completos de Javier Vásconez.
María Moreno, editora del sello Ventisiete letras (que edita el libro de Vásconez), cree que para ser un libro que acaba de salir “está funcionando muy bien y pese a que por la literatura hispanoamericana no se pregunta mucho, por este sí”. Moreno califica a los cuentos de Vásconez de magníficos.
Aunque cree que es muy pronto para un balance y que el medio editorial español requiere un margen “de dos a tres meses” para valorar la acogida y distribución de las obras, aclara: “Una cosa son las notas de prensa y otra que efectivamente los libros estén en todas las librerías”.
Pero “difícilmente podemos despreocuparnos de lo que es nuestra única preocupación en este caso”, responde vía correo electrónico Juan González Álvaro, director general de Contenidos de Ediciones del Grupo Santillana, que incluye a Alfaguara.
Sustenta su respuesta en el hecho de que la participación de su empresa en la colección no tiene interés económico –al ser subvencionada- y que el único objetivo de su aporte (edición, diseño, comercialización) es la promoción de la literatura ecuatoriana en la Península.
Valencia fue uno de los 66 autores escogidos para la colección. El escritor Javier Vásconez organizó y supervisó la selección de los tres géneros. En el caso de novela, Vásconez trabajó con Yanko Molina. Ambos hicieron una lista preliminar “de 16 novelas, sobre la base de muchas consultas con profesores, críticos, periodistas y bibliotecarios; por ejemplo, con Cecilia Ansaldo, Raúl Pacheco o Wilfrido Corral”. Los editores españoles fijaron el número de novelas en 10.
El caso de poesía fue el más arduo, sigue el novelista quiteño. Quienes antologaron a los 40 poetas del siglo XX de este tomo fueron Iván Carvajal y Raúl Pacheco. “No solo tuvieron que leer más de 60 libros, sino que tuvieron que investigar dónde se encontraban”.
Los 26 relatos incluidos en el volumen de cuento fueron un trabajo relativamente más fácil. Vásconez y Mercedes Mafla revisaron varias antologías existentes, “que han hecho excelentes análisis críticos, y desde ahí se facilitó el trabajo de selección”.
Sin embargo, en la Feria del Libro de Madrid, una de las más importantes de Europa, apenas se observa la colección en el enorme local de Alfaguara. Gema Rubio, una de las dependientas, dice que de la colección el volumen de novela tiene “más salida”, aunque no da cifras.
Tampoco las da Juan González, pero también advierte que desde el comienzo fueron conscientes de que las ventas no iban a ser determinantes. “Queríamos que los libros estuvieran en las librerías y eso se ha conseguido. Es pronto para conocer las ventas reales”. La distribución, según Alfaguara, ha llegado, además de Madrid, a Barcelona, Bilbao, Valencia, Oviedo, entre otras ciudades.
En la FNAC, la cadena de librerías más extensa de la Península, es posible encontrar la antología de poesía y la de cuento, a un precio de 15 euros (21 USD) cada una, el resto de tomos no ha llegado. Mientras que en la prestigiosa librería Rafael Alberti están todos, pero ninguno se ha vendido. Miguel Martín, trabajador de la librería, cree que el sello de Alfaguara basta como promoción. “Su presencia es predominante en las mesas de todas las librerías. La marca es una promoción por sí sola”.
En los últimos 10 años se ha publicado a más de 20 autores ecuatorianos en España. Abdón Ubidia, Jorgenrique Adoum, Iván Carvajal, Edwin Madrid, Juan José Rodríguez, Carlos Arcos, Mario Campaña, Luis Aguilar Monsalve, Iván Carrasco, Jaime Merchán, Renán Flores…
Asimismo, otras iniciativas privadas de las propias editoriales ocurren por la maestría de obras y autores. ‘En la ciudad he perdido una novela’, de Humberto Salvador, es uno de esos casos. Ediciones Escalera la acaba de publicar en España.
“Son autores que no han sido subvencionados por el Gobierno o por el Ministerio de Cultura. Es la calidad de sus libros la que despertado el interés de las editoriales españolas”, asegura Valencia. Y este interés aunque cauto viene del siglo pasado. ‘Don Goyo’, de Demetrio Aguilera Malta, y ‘Las pequeñas estaturas, de Alfredo Pareja Diezcanseco, por ejemplo, se publicaron por primera vez en España.