Redacción Sociedad
El piso en donde hace un año funcionaban los quirófanos del Hospital de la Policía, en Quito, está cerrado. En enero de 2009 comenzaron los trabajados de ampliación, pero el proyecto no avanza. Esto hace que cinco salas de operación estén abandonadas y atiendan únicamente dos.
Desde hace dos meses, la casa de salud está dirigida por el coronel Franklin Terán. Él explica que los trabajos se pararon porque inicialmente se quiso ampliar solo quirófanos. “Luego se dijo también que hagamos lo mismo con el área de esterilización y allí quedó todo”. Las entonces autoridades calcularon que las obras costarían USD 300 000, pero ahora Terán sostiene que se necesitarán al menos 930 000. “Recién nos dieron el presupuesto y en enero reiniciamos las tareas”.
La semana pasada, este Diario ingresó al área de quirófanos. Esta se convirtió en bodegas de camas deterioradas y de equipos en desuso. Unas paredes están tumbadas y otras despintadas. Un pequeño rótulo dice “que la atención se da en el siguiente piso”. En las salas donde sí se labora también hay inconvenientes.
Hace dos meses se sintió un desabastecimiento de medicinas e insumos. Terán explica que esto ocurrió por los “largos” trámites que se deben cumplir en el portal de compras públicas. “Solo para adquirir un fármaco debemos esperar un mes o más, pero poco a poco vamos superando eso”.
Luego de pasar esta fase, los productos (al menos 1 000) comenzaron a llegar a las bodegas del hospital. Con ello se reiniciaron las cirugías, aunque unas 30 operaciones de traumatología están por realizarse. El lunes 21, Manuel Pillajo, de 35 años, esperaba a que a su sobrino le den el alta luego de ser operado de la rodilla. “Ahora sí le han atendido sin problemas, porque antes decían que no hay nada (fármacos) para que los doctores trabajen”, señaló.
Ese día también llegó al Hospital de la Policía Paulina Bedoya. La quiteña de 40 años acompañó a su madre a ginecología de consulta externa. “Nosotros somos civiles, pero nos dijeron que no hay inconveniente para que vengamos. Un primo que es Policía nos sugirió este servicio”.
En la planificación de Terán está además ampliar la unidad de terapia intensiva. El jefe de este servicio es el médico Marco Escobar. Él indica que las siete camas que funcionan allí siempre pasan llenas. Por eso se quiere cambiar la parte física y colocar 12 camas más. “Los trámites están hechos y el dinero ya está listo”.
El Hospital de la Policía se construyó hace 20 años. En ese entonces habían 16 000 policías en el país, hoy son 44 000. Esto ha hecho que la saturación sea permanente en las 16 áreas que funcionan en el hospital. La jefa de enfermeras de emergencia, Jackeline Armas, dice que diariamente allí atienden a 80 ó 90 personas.
Faltan médicos
El Hospital de la Policía necesita 40 médicos más. El déficit hace que en cardiología solo trabajan tres doctores. Lo ideal sería que existan tres más.
Otra área, cuya ampliación y remodelación comenzó hace un año, es esterilización. El servicio no está parado. Sí funciona pero en un espacio reducido.
En 2008, el presupuesto del Hospital de la Policía fue de USD 14,7 millones y en 2009 es similar. Así lo informó el jefe financiero del centro, Luis Quezada.