Entrevista con Aldo Cornejo, presidente de Diputados de Chile
Hoja de Vida. Con 44 años de trayectoria política, ha sido Alcalde de Valparaíso y seis veces diputado por el Partido Demócrata Cristiano. Ahora es Presidente de esa Cámara.
Su punto de vista. Los cambios constitucionales tienen que darse cuando el texto ya no refleja la realidad cultural, económica y política del país. Lo que no está consolidado es la vía de reforma en su país.
¿Cuál es el objetivo de llevar a Chile a una reforma constitucional?
Una nueva Constitución es uno de los ejes fundamentales en el nuevo proyecto político de la presidenta Michelle Bachelet. Además, en Chile existe un alto consenso en la necesidad de reacomodar la Constitución a la nueva realidad que vive el país. La razón por la cual se la propone es muy simple: nosotros tenemos una Constitución cuyo origen es la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
¿Hubo cambios previos a los que pretenden ahora?
Es cierto que ha tenido modificaciones anteriores. En el 2005 las realizó el presidente Ricardo Lagos, pero son todavía insuficientes porque no dan cuenta del país que hoy tenemos y que ha cambiado radicalmente.
¿Cómo se va a viabilizar este proyecto?
La Presidenta no ha resuelto aún cuál es el procedimiento previo para viabilizar este proyecto. Aquí lo importante es el programa de gobierno, y que nosotros compartimos. Nosotros queremos una nueva Constitución por la vía institucional, participativa y democrática.
¿Cuál es el trámite: plebiscito, Constituyente?
Lo que no está resuelto es si se dará a través de una Asamblea Constituyente. Hay algunos que son partidarios de ella y otros no. Aún no hay un acuerdo definido. Yo, por ejemplo, todavía no tengo una opinión formada, pero de lo que sé, he leído y he escuchado, es que hay un consenso político, tanto de Gobierno como de oposición; nadie descarta que una vez que el Congreso resuelva el tipo de Constitución y el contenido, se pueda plebiscitar y que la gente la pueda conocer, pero hay un inconveniente: el plebiscito no está admitido en Chile, por lo que habría que hacer esta reforma también. Es un proyecto bastante largo.
¿Cuáles serán los puntos importantes qué se definirán constitucionalmente?
Probablemente se va a discutir el rol del Estado en muchos ámbitos de la vida nacional, por ejemplo en materias de educación, economía, productividad. Vamos tener que revisar la facultad del Tribunal Constitucional, el régimen electoral y algo que a mí personalmente me gusta mucho, que es el capítulo de Gobierno y Congreso.
¿En qué consiste este cambio de relación Ejecutivo-Legislativo?
En Chile hoy día existe un profundo desequilibrio entre las facultades que tiene el Presidente de la República y las del Congreso en su conjunto. Creo que tenemos el desafío de equilibrarlas. Por otra parte, se requiere una profunda reforma que fortalezcan los gobiernos locales y regionales porque Chile es un país altamente centralizado.
Uno de los temas delicados de Chile es la educación. ¿En qué se piensa?
Chile ha alcanzado niveles de desarrollo muy grandes. Nos acercamos a un ingreso per cápita de USD 20 000. El país tiene que hacer un esfuerzo para dar el salto cualitativo de mejorar el nivel del capital humano y eso solo se logrará con una reforma educativa profunda, no solo en primaria y secundaria, sino en educación superior. La Presidenta ha definido dos aspectos: la gratuidad y el fortalecimiento de la educación pública, que se ha venido deteriorando.
¿Y el financiamiento?
Vamos a respetar es la libertad de financiamiento. Creemos importante la provisión mixta (pública y privada). Para eso, necesitamos primero una reforma tributaria, porque esta es la que nos va a permitir recaudar USD 8 200 millones, de los cuales una parte importante financiaría la educación.
¿Se nutrirán de la experiencia ecuatoriana?
Entiendo que nació de una Asamblea Constituyente, en el 2008. He preguntado mucho sobre la experiencia que tuvieron. No corresponde que me pronuncie sobre el contenido, pero la he revisado con atención. También estoy analizando estas nuevas enmiendas que se pretenden hacer porque me interesa desde lo político y lo jurídico. A mi juicio, una Constitución tiene que cumplir algunos requisitos: reflejar la realidad social, cultural, y política del país. Cuando deja de reflejarlas, se la debe modificar. Hay que estudiar la experiencia de Ecuador, pero no necesariamente estamos obligados a repetirla.
Usted habló de las enmiendas en Ecuador. En una de ellas se plantea la reelección indefinida. ¿Cómo ve usted eso?
Voy a contestar esta pregunta como profesor de Derecho Constitucional. No soy partidario de las reelecciones. Desconozco las realidades particulares del Ecuador, pero en Chile no existe y seguramente no va a existir. No está en nuestra cultura política la reelección presidencial.