Entrevista a César Montúfar, acusador particular en el caso Odebrecht. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Mañana (8 de noviembre) se conocerá si la Fiscalía acusa o no al vicepresidente Jorge Glas por el delito de asociación ilícita, dentro del caso Odebrecht. De darse un dictamen en contra del Segundo Mandatario, la Corte podría tramitar su juzgamiento. El exlegislador César Montúfar es acusador particular en este proceso y ayer habló del tema.
Usted va a estar en la audiencia de mañana. ¿Qué espera que ocurra?
En primer lugar, espero que haya una acusación por parte del fiscal general. Y que esa acusación establezca claramente el grado de autoría directa del Vicepresidente.
Pero durante la investigación, la Fiscalía sostuvo que el funcionario facilitó la consumación del delito. Es decir, una supuesta complicidad.
No, él no pudo haber cumplido una función secundaria dentro del delito de asociación ilícita. Él tenía el dominio, el control de la situación, la responsabilidad política y administrativa de todos los sectores estratégicos, encargada por el expresidente Rafael Correa.
Por lo tanto, el Vicepresidente debe ser acusado como autor.
¿Qué pasa si la Fiscalía no acusa? ¿Qué hará?
Si eso no se da, el artículo 600 del Código Penal le da la posibilidad al acusador particular de pedir una revisión del dictamen fiscal. Yo recurriría a ese artículo.
¿Quién revisaría el dictamen, tomando en cuenta que el caso está en manos del Fiscal General?
En ese caso, el expediente tendría que ser conocido por la fiscal subrogante (Tania Moreno); ella ratificaría el dictamen o lo modificaría.
Usted también debe intervenir en la audiencia. ¿Qué argumentará?
Evidentemente, como acusador particular me toca sustentar la acusación. Sobre la base del proceso, presentaré unos 25 documentos.
¿Qué dicen esos documentos sobre Glas?
Son los que ya constan en el expediente de asociación ilícita. Por ejemplo, los correos electrónicos que entregó el testigo protegido Alfredo Alcívar, en los que se revelan las conversaciones entre Jorge Glas y su tío Ricardo Rivera. Allí se prueba cómo este último actuó como operador del Vicepresidente en los sectores estratégicos. Él estaba enterado de todo. Recomendó personas para que ocupen cargos en la función pública, mandó hojas de vida, hizo observaciones y puso sus puntos de vista en la elaboración del borrador de la ley de telecomunicaciones, tenía una relación directa con los ministros de este sector, etc.
Dentro del expediente hay documentos que mencionan a Glas, pero las autoridades no han hallado dinero que lo ligue con los actos de corrupción de Odebrecht…
A ver, el delito que se está juzgando ahorita es asociación ilícita, no cohecho. Recuerde que está abierta una investigación reservada por cohecho. En esta investigación se deberá probar que Jorge Glas recibió o no los recursos ilícitos o coimas de la constructora Odebrecht.
¿Entonces, para usted, hubo asociación ilícita con el Vicepresidente de la República a la cabeza?
Es absolutamente claro que sí. Glas tenía el dominio, el control de la situación, él tomaba las últimas decisiones en todo el entramado de funcionarios públicos, personas particulares como su tío, representantes de la constructora brasileña. Es decir, un conjunto de actores que se asociaron ilícitamente para perjudicar al Estado.
Usted también ha insistido en que deben activarse más procesos investigativos en contra del Segundo Mandatario. ¿Cuáles?
Sí, de este juicio penal (asociación ilícita) tendrán que derivarse algunos más: cohecho, que ya está en investigación reservada, peculado, lavado de activos y concusión.