En los años noventa, varias administraciones municipales en los Estados Unidos introdujeron un sistema que se llama ‘car pools’. Este modelo se compone de un grupo de personas que comparte un vehículo para ir al trabajo. Un auto, con al menos dos personas, puede conducir en calzadas exclusivas.
Por ejemplo, en 1993, Los Ángeles empezó con 93 kilómetros de autopista exclusiva para ‘car pools’. Hoy, ya existen 684 kilómetros. Los corredores restrictivos se aplican 24 horas. Los choferes solos que incumplen las disposiciones pagan una multa hasta de USD 270.
Según la Oficina de Transporte de Los Ángeles, en los corredores para ‘car pools’ circulan 1200 vehículos con 3 100 personas por hora, mientras que por una calzada normal pasan 1800 vehículos con 2 000 personas.
Aunque, según la Oficina de Transporte, la mayoría de los estudios científicos muestra que los corredores limitados son eficaces. Hay dudas y críticas. Por ejemplo, un estudio de las universidades de Berkeley y Harvard dice que los corredores para ‘car pools’ en la ciudad de San Francisco no disminuye el tráfico y reduce la capacidad para la circulación de otros autos.