Bandera del Ecuador en los edificios y casas este 24 de mayo del 2016. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
En el norte y centro de la capital la presencia de banderas de Quito y del Ecuador no fue tan evidente como en años pasados en este martes 24 de mayo del 2016, fecha en la que se conmemora la Batalla de Pichincha.
En barrios como El Condado, Mena del Hierro y en el sector de Las Casas pocos edificios contaban con la bandera del Ecuador y menos aún con la de la ciudad. Pamela Aguirre, una de las moradoras de este sector, dice que es la primera vez que no coloca la bandera porque siente que ha habido poca promoción y cada vez se están perdiendo estas tradiciones. A lo largo de la avenida Mariscal Sucre el amarillo, azul y rojo y el azul y rojo también eran colores ocasionales. En el Centro Histórico, las instituciones públicas si lucieron sus banderas.
En otros sectores como la González Suárez, que se caracteriza por la cantidad de edificios que hay en la zona, el panorama era diferente. En este sector las banderas se podían apreciar en la mayoría de estructuras, al igual que en avenidas aledañas como La Coruña y 6 de Diciembre, aunque para los transeúntes la cantidad es menor que en años previos.
Pero en barrios como La Floresta y La Vicentina las banderas faltaron en algunas casas. Uno de los vecinos que vive en la calle Iberia, Juan Martínez, dice que los predios donde no se colocaron las banderas son arrendados en su mayoría.
“Basta con salir a la calle y mirar para darse cuenta que ha pasado desapercibida esta práctica”, dice Eddy Sánchez, concejal por el Movimiento Acción Social y Solidaria (Mass). Para el edil, no se ha puesto énfasis en este detalle ni se ha recordado el deber ciudadano de embanderar las casas para recordar esta fecha histórica.
No es simplemente no colocar este símbolo patrio, sino que significa no rememorar el día que dio origen a la Nación y que es un componente cultural que asegura la supervivencia de la misma, considera” Sánchez.
Para Alfonso Ortiz, cronista de la ciudad, los ecuatorianos todavía dan la misma importancia a los símbolos patrios que lo hacían en el pasado. Por ejemplo, dice, cuando ocurrió el terremoto las personas empezaron a colocar la bandera a media asta para expresar su solidaridad con lo que ocurrió. En los partidos de fútbol, manifestaciones o en carreras deportivas es común observar que las personas luzcan orgullosas las banderas.
Por eso, todavía tienen un sentido de identidad y hay un respeto, dice. Pero, para Ortiz, no debería sancionarse el no colocar este símbolo patrio en fechas cívicas, ya que es algo que debe ser voluntario.
Según el artículo 4 de la Ordenanza No 0493, el embanderamiento se debe dar en fechas conmemorativas de la ciudad que corresponda en el calendario cívico, “todas las edificaciones del Distrito Metropolitano de Quito deberán colocar una bandera de la ciudad que cumpla con las condiciones aquí descritas en un lugar visible en el frente a la edificación, siendo responsabilidad de la Agencia Metropolitana de Control velar por el cumplimiento de esta disposición”.