La Unidad de Medicina Legal de Quito. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La escena fue dura. Leonardo Y. y su hija, Arleth, de tres años, estaban sobre la calzada, sin vida. Los cuerpos quedaron ahí, tras el accidente ocurrido ayer, jueves 10 de marzo. Ambos iban a bordo de una motocicleta y eran padre e hija. Las investigaciones sobre lo ocurrido continúan.
Según las primeras indagaciones a cargo del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de la Policía Nacional, el accidente ocurrió en el kilómetro cero (+125 metros) de la Autopista General Rumiñahui, en el sentido Quito-valle de Los Chillos, a las 13:03.
Luis Pérez, mayor de Policía a cargo del SIAT, señaló que el hecho se suscitó en un tramo recto de la vía, donde la peligrosidad aumenta por la falta de visibilidad que hay por los vehículos que se encuentran adelante. Además, expuso que el análisis en el sitio evidenció que la moto desvió su trayectoria y rozó la llanta contra el parterre antes del volcamiento.
Sobre la versión preliminar que se manejaba, en el sentido de que la moto rozó con otro vehículo, que iba a exceso de velocidad, explicó que eso no se puede afirmar. “En las primeras pruebas no se encontró intercambio de pintura con otro carro, pero hemos pedido la grabación de las cámaras de vigilancia del ECU-911 para determinarlo”, dijo el oficial a este Diario.
La tarde de este viernes 11, familiares de las víctimas retiraron los cuerpos de la morgue del Departamento de Medicina Legal. Mientras permanecían en las afueras de esta dependencia, ellos se negaron a hablar sobre el accidente, las causas y las investigaciones. De lo poco que se conoció, estaba previsto que los cuerpos sean trasladados a Ibarra, para el velatorio y posterior sepultura.