Austria y Serbia recuerdan el inicio de la Primera Guerra Mundial con mensajes de paz

Notas de protocolo de sesiones extraordinarias del Parlamento serbio del 27 de julio, convocadas para aprobar con urgencia leyes sobre créditos extraordinarios para el mantenimiento del ejército y otras necesidades, un documento que se guarda en la Biblio

Notas de protocolo de sesiones extraordinarias del Parlamento serbio del 27 de julio, convocadas para aprobar con urgencia leyes sobre créditos extraordinarios para el mantenimiento del ejército y otras necesidades, un documento que se guarda en la Biblio

Notas de protocolo de sesiones extraordinarias del Parlamento serbio del 27 de julio, convocadas para aprobar con urgencia leyes sobre créditos extraordinarios para el mantenimiento del ejército y otras necesidades, un documento que se guarda en la Biblioteca del Parlamento de Serbia y que se exhibe ahora por primera vez en público en una muestra inaugurada hoy en Belgrado. Foto: EFE

Austria y Serbia recuerdan este lunes con mensajes de paz el inicio de la I Guerra Mundial hace un siglo, un conflicto que se desencadenó cuando Viena declaró las hostilidades a Belgrado el 28 de julio de 1914 y que causó más de 10 millones de muertos.

El ministro austriaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz, subrayó la importancia de la Unión Europea (UE) como proyecto de paz y reconciliación a la hora de recordar "los desastres de las guerras del siglo XX".

"No hay duda de que el modelo europeo de paz no tiene alternativa", indicó en un comunicado.

"Esta primera guerra global de la historia se cobró la vida de un número inédito de víctimas, sobre todo entre la población civil", y que el ministro cifró en más de 17 millones de personas.

En Serbia se inaugurará este lunes una exposición de documentos sobre la denominada "Crisis de julio" de 1914, en el edificio del Parlamento en Belgrado a la misma hora, las 12:30, en el que el entonces Gobierno de Nikola Pasic recibió de Viena el telegrama de declaración de guerra.

La nota, que será presentada en la exposición, siguió después de que Serbia rechazara un ultimátum de Viena del día 23, que prácticamente responsabilizaba a ese país del asesinato, un mes antes en Sarajevo, del heredero al trono austro-húngaro, Francisco Fernando.

Pasic recibió el escueto telegrama, de sólo tres frases, en la ciudad meridional de Nis, donde se había refugiado el Gobierno ante la inminencia del conflicto y por estar Belgrado en la misma frontera con el Imperio Austro-Húngaro.

Tanto Belgrado como Viena ya habían proclamado la movilización militar, el 26 de julio, un día después de que rompiesen las relaciones diplomáticas.

Sólo unas semanas después, casi toda Europa ya estaba en guerra, enfrentadas en dos bloques: la Triple Entente, integrada por Francia, el Reino Unido y Rusia -protector de Serbia-, a la que luego se unirían Italia y EEUU; frente a Alemania y Austria-Hungría, a los que luego se sumó el Imperio Otomano.

Hoy, el Gobierno serbio celebrará una sesión solemne en Nis, 230 kilómetros al sur de Belgrado, para conmemorar el centenario en el actual edificio de la Universidad, entonces una dependencia gubernamental.

También en Nis será revelada una placa en memoria del centenario, y un grupo de ciudadanos iniciará una marcha con un mensaje de paz y tolerancia.

Esos ciudadanos recorrerán en 15 días 3.500 kilómetros por los lugares de las grandes batallas y otros sitios balcánicos por los que pasaron entonces los militares serbios.

La pasada semana, en Belgrado, Serbia y Austria plantaron un árbol de la paz como un mensaje de que cien años después, los países vencedores y derrotados en esa guerra hoy trabajan juntos en la creación de una Europa unida.

Durante el conflicto 1,1 millones de serbios murieron, de una población en la época de 4,5 millones, lo que lo convirtió, proporcionalmente, en el país con más víctimas del conflicto.

En Austria no se preveía hoy ningún acto oficial, ya que la inauguración del prestigioso Festival de Salzburgo ayer ya estuvo dedicada al recuerdo de la Gran Guerra.

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