Frente a las mesas en donde habitualmente se come y bebe se armó una especie de escenario en el que están los candidatos. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El debate político salió de las aulas y el ambiente académico para insertarse en un restaurante, en medio de sorbos de bebidas y algo de picar. Al menos esta es la propuesta que tiene el Observatorio de Derechos y Justicia y la organización Academia de Innovación para la Sostenibilidad (AISO).
La noche de este martes, 31 de enero de 2017, estas dos organizaciones de la sociedad civil iniciaron la propuesta de armar un debate con los candidatos a asambleístas desde un espacio distendido e informal que convoque, según los organizadores, a la ciudadanía que siente que no le interesa la política.
Todo empezó a las 19:09. Frente a las mesas en donde habitualmente se come y bebe se armó una especie de escenario en el que están los candidatos. Dos del Partido Social Cristiano, uno de la Izquierda Democrática y uno de CREO, que llegó después de iniciado el evento.
Según María Dolores Miño, directora ejecutiva del Observatorio, también se invitó a los candidatos de Alianza País y Concertación pero no respondieron.
La dinámica es la siguiente. Hay cinco ejes: Derechos Humanos, ambiente, economía, justicia y alianzas para el desarrollo. Por cada temática hay un expositor de la sociedad civil que, en tres minutos, expone su visión sobre la el estado actual de cada tema en el Ecuador. Acto seguido, los candidatos responden con sus propuestas cómo enfrentarán las problemáticas planteadas.
Para la primera edición del denominado ‘After Office Democrático’ se escogió al que consideran un restaurante que está en boga, ubicado en la calle Isabel La Católica, norte de Quito. Para Miño, llevar el debate político a un ambiente como el de un restaurante quiere acercar los asuntos de interés público a todos los ciudadanos.
“Estos eventos suelen hacerse en espacios muy académicos donde, por lo general, solo van políticos o personas que ya, de por sí, están metidas en política. Nosotros creemos que todos debemos tener el derechos de participar, incluso en un espacio en el que nos sintamos cómodos”, cuenta Miño en medio del ajetreo de la organización.
Para Javier Dávalos, de AISO, la coyuntura de las elecciones es la oportunidad para preguntarles a los candidatos sobre los temas que han sido establecidos como compromisos por parte del Ecuador en lo que se refiere al respeto de los Derechos Humanos, el desarrollo sostenible, la igualdad de género y la protección del medio ambiente, entre otros.
Pero, ¿cómo hacer que la propuesta cumpla el objetivo de acercar a los ciudadanos al debate? Los organizadores del ‘After Office Democrático’ toman lo que está más a la mano. Miño contó que la convocatoria se hizo con fuerza en Facebook y Twitter. También usaron el Whatsapp.
Este primer experimento, según Miño, les dará luces sobre cómo continuar con la propuesta. Ambas organizaciones esperan realizar dos debates antes de las elecciones. El lugar y la fecha se sabrá después de evaluar el cómo les fue.
En lo que respecta a los candidatos, cada uno expresó su propuesta. Como en todo debate, son unánimes en plantear que defenderán los Derechos Humanos y la naturaleza. Generarán empleo y respetarán el Estado de Derecho. Al final, el ambiente distendido ayudó a que cada uno se concentre en su propuesta y no en el ataque a quien tenían en frente.