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En 16 horas se armó un proceso penal contra José Barberán y se incurrió en ocho violaciones al debido proceso. Esa denuncia fue hecha ayer por la Presidencia de la Corte de Quito, que dispuso la inmediata liberación del único detenido por la muerte del hincha de El Nacional, David Erazo.
José Barberán, quien hace tres meses cumplió 18 años, estuvo detenido 15 días. Primero en los calabozos subterráneos de la Policía Judicial y luego en una celda del Centro de Detención Provisional (CDP) de Quito.
Para la Policía Judicial y una Fiscal, Barberán mató a David Erazo, en una riña luego del partido entre Liga de Quito y El Nacional, jugado el 20 de junio. Él fue detenido seis días después, cuando estaba en el Quicentro Shopping.
Su madre revela cómo procedió la Policía. Desconocidos tomaron fotos al joven con engaño; le dijeron que iba a salir en la revista del Shopping y anotaron sus datos personales como referencia.
Luego lo arrestaron y lo presentaron como el asesino del hincha de El Nacional. Le colocaron una camiseta naranja con rayas blancas y convocaron a la prensa. El joven fue expuesto. Lloró, juró que no era culpable y apareció en TV.
El director nacional de la Policía Judicial, Rafael Yépez, habló de la efectividad de la indagación. Aseguró que Barberán y otros tres chicos cometieron el crimen y que son parte de la Muerte Blanca, barra de Liga.
También expuso las fotos de los otros jóvenes y prometió que los buscaría; mientras que Barberán iría al CDP, para cumplir su arresto.
Sin embargo, el titular de la Corte de Quito, Patricio Carrillo, aceptó el recurso de amparo solicitado por Barberán. El magistrado señaló que no existían los suficientes indicios para que se mantenga su detención.
Halló ocho violaciones al proceso, como que el joven no fue capturado en delito flagrante, porque su arresto ocurrió seis días después del crimen.
Los agentes nunca le explicaron sus derechos y tampoco por qué era detenido.
Además, en contra del joven solo existió una orden de arresto para indagarlo por 24 horas, pero en ese tiempo se lo llevó a una audiencia de confrontación de cargos y se inició un juicio.
Barberán fue detenido el 26 de junio a las 20:00 y al siguiente día, a las 13:50, llevado ante el juez.
Además, en esa diligencia se presentó un testigo (calificado de protegido) con el rostro cubierto, pues no se identificó oficialmente. “Esta prueba no tiene validez para dictar su prisión preventiva”, sostuvo el juez Carrillo.
La parte acusadora estuvo a cargo de la fiscal Ruth Castillo y la audiencia fue dirigida por el juez temporal Luis Labré, del Juzgado Segundo de lo Penal.
El Presidente de la Corte puntualizó que “ahora sí” la Policía y la Fiscalía deben realizar sus mejores esfuerzos para capturar a los responsables del crimen.
Y pidió que se analice la actuación de los agentes de la Policía Judicial, de la Fiscal y del Juez.
Copias del fallo fueron enviadas ayer a la Comandancia de Policía, a la Fiscalía y a la Judicatura, para que “sus máximas autoridades arbitren las medidas legales y que sean del caso para evitar a futuro el apartado de los principios y normas constitucionales, la inadecuada aplicación de la Ley y la errada tramitación de procesos”.
La reacción oficial
El director nacional de la Policía Judicial, Rafael Yépez, no se pronunció sobre el fallo de la Corte. Según el Departamento de Comunicación de la Policía, el oficial anticipó que no hablaría de la liberación de Barberán.
El fiscal general del Estado, Washington Pesántez, sostuvo que la institución también pidió que se retire la orden de prisión de José Barberán. Aseguró que tras recibir la segunda versión del joven no se hallaron indicios para que siguiera encarcelado.