Dos brasileños fueron arrestados en Miami este miércoles, 7 de febrero del 2018, por colaborar en el secuestro de su nieto de ocho años, Nico Brann, quien fue llevado a Brasil por su madre hace cinco años sin autorización del padre estadounidense, informaron autoridades.
El caso ocupó titulares en ambos países cuando el padre del niño, Chris Brann, atestiguó sobre su caso ante el Congreso estadounidense en 2016 para pedir a Washington que imponga sanciones a Brasil por incumplir la Convención de La Haya sobre el secuestro internacional de menores.
En una nueva página de esta larga batalla judicial, el FBI detuvo a Carlos Guimarães, presidente de 67 años de ED&F Man Brasil (una firma de comercio de productos agrícolas con sede en Londres) y a su esposa Jemima Guimarães, de 65, a su llegada al aeropuerto de Miami.
Sobre el arresto de sus exsuegros, Chris Brann comentó en un comunicado: “Lamento mucho que hayamos llegado a esto. Todo lo que yo quería, y aún quiero, es que mi hijo Nico tenga igual acceso a sus dos padres amorosos. Si Nico es devuelto a Houston, estoy dispuesto a pedirle a la oficina del fiscal que sea indulgente en su manejo del caso de Carlos y Jemima”.
Chris Brann, médico residente de Houston (Texas, sur), y Marcelle Guimarães se separaron en 2012 y compartían la custodia del niño. El año siguiente ella viajó a Salvador, en el noreste de Brasil, prometiendo que volvería, pero obtuvo la custodia total en su país y desde entonces el padre ha intentado recuperarla sin éxito.
Los abuelos de Nico Brann están acusados de conspiración y de secuestro parental internacional, y en caso de ser declarados culpables, enfrentan una pena de hasta cinco años en una prisión federal, indicó la fiscalía de Texas.
Estos cargos también pesan sobre Marcelle Guimarães, pero ella no está bajo custodia.
El abogado de Chris Brann, Jared Genser, dijo que “tanto el gobierno de Brasil como el de Estados Unidos concuerdan en que Nico Brann fue sacado ilegalmente de Estados Unidos en violación de la Convención de La Haya”.
No obstante, “inexplicablemente (…), los tribunales brasileños se niegan a devolver a Nico a Estados Unidos”, añadió.