Un grupo de voluntarios de Amnistía Internacional son vistos durante una manifestación a favor del aborto en al menos tres causales en Santiago de Chile (Chile). Foto Archivo: EFE
La Cámara de Diputados de Chile votó hoy (17 de marzo) a favor de un proyecto de ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales concretas, a pesar de la fuerte oposición de la Iglesia católica y de los sectores más conservadores del país.
La iniciativa, enviada hace más de un año al Parlamento por el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, fue aprobada por 66 votos frente a 44 en contra tras tensos debates. El proyecto pasará ahora al Senado para un segundo trámite constitucional.
“Las mujeres no pueden seguir esperando, el país no puede seguir esperando”, dijo a los parlamentarios antes de la votación la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual. De aprobarse en la Cámara Alta, la propuesta permitirá a las mujeres interrumpir de forma voluntaria el embarazo sólo en los casos concretos de riesgo de vida para la madre, inviabilidad del feto y violación.
Chile es una de las pocas naciones del mundo en las que el aborto está prohibido en cualquier circunstancia. Su práctica es castigada con penas de cárcel desde que la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990) derogara en la agonía de su régimen una ley de aborto terapéutico que estuvo vigente desde 1931.
Diversas iniciativas que buscaron promover en los últimos 25 años reponer la norma, chocaron con la fuerte oposición de la Iglesia católica que, incluso, llamó a los chilenos a no votar por aquellos legisladores que apoyaran el proyecto.
Además, Chile Vamos, una coalición que agrupa a las formaciones derechistas, amenazó hoy con que de aprobarse la ley acudirán al Tribunal Constitucional, un organismo autónomo del Estado que vela por el respeto a la Constitución y por que las leyes se ajusten a su espíritu. Su resolución es inapelable.