¿Por qué decidiste dejar el grupo Cruks?
Para mí Cruks fue la universidad de la música. Ahí aprendí a componer, producir, hacer una canción, pararme frente a un público y hacer una escena. Por eso no puedo estar desagradecido con todo ese proceso. Todo lo que sé en este momento lo fui aprendiendo con la banda. Pero como cualquier proceso, llegó un punto donde no teníamos por dónde ir. Éramos como un perro persiguiéndonos la cola. Sentía que habíamos madurado musicalmente con tendencias diferentes, sentía que hacía las cosas por costumbre más que por pasión…
¿Hay diferencias entre cantar en público y hacer una cuña publicitaria?
Hay toda la diferencia del mundo. Una cuña publicitaria es un pieza muy cortita en la que uno debe poner el 100% de su concentración en los 30 ó 35 segundos de grabación. En cambio, al cantar debes posesionarte del escenario, armar un repertorio por más de 1 hora.
¿Tienes planes de visitar Europa con tu música?
Me encantaría, pero depende de un montón de cosas. Primero quiero terminar mi nuevo disco. Luego quisiera ver si puedo hacer festivales, porque los shows exclusivamente para emigrantes son limitados en el aspecto técnico. Me gustaría hacer un show grande donde pueda comunicarme con mis compatriotas. A EE. UU. seguro voy y a Europa depende cómo vaya la gestión con el nuevo material.