Redacción Negocios
El Gobierno proyectó varios escenarios para conocer cuándo pueden terminar los racionamientos de energía eléctrica en el país, que empezaron el 5 de noviembre pasado, sin previo aviso.
En el mejor de los casos, los apagones terminarán el 15 de enero del próximo año, un mes después de lo ofrecido por el presidente Rafael Correa. “Dios mediante, a mediados de diciembre, con sequía o sin sequía, se acabarán los racionamientos y podremos gozar de una Navidad sin cortes de energía”, dijo Correa el 20 de noviembre pasado.
Cuando llegó esa fecha, los racionamientos continuaron y días después se reanudaron en Guayaquil, ciudad que había dejado se sufrir cortes de energía desde el 10 de diciembre.
Correa reconoció que fue un error decir que se acababan los cortes de energía en esa fecha, la cual salió de la reunión que mantuvo con el Comité de Crisis. “…como me dijeron que los cortes iban a retomarse en Guayaquil luego de haber anunciado lo contrario, pedí la renuncia a los funcionarios del Comité: ministro y asesor eléctrico”, dijo ayer Correa durante su monólogo sabatino.
La buena noticia, según el Gobierno, es que los racionamientos se suspenderán en las fiestas de Navidad (del 24 al 27 de diciembre) y Año Nuevo (del 31 al 3 de enero). De ahí que la semana próxima tendría tres días de cortes.
Ahora, las proyecciones oficiales también contemplan un escenario negativo, que extenderá los cortes de energía eléctricas por más tiempo. “En el peor escenario estaríamos saliendo de los cortes el 12 de febrero”, dijo el Primer Mandatario, quien volvió a culpar de los apagones a los anteriores gobiernos.
“Que nos digan cómo superar los cortes cuando Paute tiene un caudal tan bajo”, repitió el Presidente, quien no comentó por qué se había incumplido el Plan de Electrificación diseñado durante su administración. El Plan 2007-2016, publicado en la página web del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), estableció la necesidad de contar con energía en el corto plazo para cubrir el déficit que se podía presentar por la mayor demanda y la época de estiaje en el país. Y la única opción era construir centrales termoeléctricas.
Sin embargo, durante la presente administración no se ha incorporado un solo megavatio de este tipo de centrales.
Recién, cuando los apagones se hicieron inminentes, las autoridades se apresuraron a comprar turbinas a la empresa estadounidense General Electric, pagando de contado USD 154 millones.
El Presidente se limitó a explicar ayer que cuatro factores influyeron para que no se pudiera cumplir con el ofrecimiento de acabar con los apagones el 15 de diciembre: la sequía en Paute, la salida de operación de centrales termoeléctricas, los problemas en una turbina de la central San Francisco y el incumplimiento en la entrega de energía de Colombia.
Por su parte, el ministro (e) de Electricidad, Miguel Calahorrano, dijo que Mazar está listo. Entre abril y agosto de 2010, cuando haya lluvias, se llenará para que mejore la operación de Paute.