Pablo Fiallos. Redactor
Disney ha vuelto con fuerza. Y lo ha hecho contando un clásico cuento de princesas, hadas y sapos que sigue el espíritu más fiel de esta factoría. ‘La princesa y el sapo’ es su último título de animación.
En la actualidad, resulta un tanto difícil que este tipo de historias, esencialmente infantiles, sorprendan, sobre todo por el altísimo nivel de la competencia. Sin embargo, ‘La princesa y el sapo’ resulta una refrescante vuelta a la animación tradicional y a la muestra de los cánones de la fábula infantil y, sobre todo, un respiro a los repetidos intentos que buscan la originalidad creativa de Pixar y que no siempre la consiguen.
La cinta de los directores Ron Clements y John Musker vuelve a los orígenes estéticos del dibujo animado, en un derroche visual de brillos y colores en al reconocible modelo de la marca Disney que ha apostado, por primera vez en su historia, en hacer protagonista a una princesa negra.
Eso, y la ubicación temporal de esta historia, logran que los directores vuelvan una vez más sobre la historia de la chica pobre en busca de su príncipe azul, sin que el relato caiga en la monotonía narrativa.
Pues, ‘La princesa y el sapo’ logra ubicar el relato clásico del sapo convertido en príncipe, en un contexto en el que el jazz, como la cultura afroestadounidense, comenzaron a salir de una época regida únicamente por el sometimiento y la servilidad.
El filme narra el conflicto de cuentos de hadas tradicional, pero desde una perspectiva totalmente opuesta. La princesa de la historia no es tal, sino una mesera afroamericana que lucha día a día en Nueva Orleans y ahorra cada centavo para construir el restaurante de sus sueños. El príncipe es un desocupado, a quien sus padres han desheredado y anda en busca de una chica millonaria, quien pueda financiar su vida vacía.
A partir de la casualidad, los destinos de ambos se unen, pero el beso entre la princesa disfrazada y el príncipe holgazán, convertido en sapo tras una maldición los vuelve a ambos sapos, punto en el cual comienza una aventura de constante persecución, sitio ideal para que nazca el romance entre sus personalidades opuestas.
‘La princesa y el sapo’ no llega ser ‘Shreck’, pero sí brinda una puesta al día actualizada, entretenida y moderna sobre los fábulas clásicas infantiles. Y aunque el filme no desborda siempre originalidad, resulta un entretenido relato fantástico, lleno de magia y vudú, a ritmo de jazz. La cinta es un intenso musical animado con héroes y villanos, donde no hay otro camino posible más que el triunfo del amor.
La ficha técnica
Título: ‘La princesa y el sapo’
Guión y dirección: Ron Clements y John Musker
País: EE.UU.
Año: 2009. Dur.: 97 min.
Género: animación, musical
Reparto: Terrence Howard, Anika Noni Rose, Jim Cummings, Keith David, John Goodman, Oprah Winfrey y Jenifer Lewis
Música: Randy Newman
Montaje: Jeff Draheim
Diseño: James Aaron Finch
Producción: Peter Del Vecho
Se presenta en: Cineplex, Cinemark, Multicines y Supercines