5,1 millones de pretextos

La cifra indigna y preocupa. Obliga a que uno se pregunte, como ciudadano, como conductor, como padre y hasta como abuelo, ¿qué se puede hacer para que la cantidad de gases contaminantes que generamos los quiteños no sume tanto.

La Secretaría Metropolitana de Ambiente, el martes pasado, reveló que las actividades de los quiteños generan 5,1 millones de toneladas de gases contaminantes a la atmósfera. La mayor parte lo ocasiona el transporte (56%); le siguen las actividades comerciales y residenciales (20%), los residuos (13%) y la industria (11%). Como diría un popular dicho ecuatoriano: “Nadie se salva”. Todos los cerca de 2,4 millones de habitantes del Distrito tenemos un grado de culpa. Y si cree que no es así, estimado lector, párese frente a un espejo y pregúntese, o pregunte a su familia, si usted o en su hogar, manejan correctamente los desechos o consumen solo lo necesario.

¿Poseen el número de vehículos que realmente la familia necesita o hay unito más para sobrellevar el pico y placa? Si las respuestas son sinceras, más de un sonrojo y hasta algún sentimiento de culpa se generará casi de inmediato. Hasta aquí lo que toca al ciudadano común y corriente.

Ahora viene la parte pública, la local, la de la administración municipal. Ahí sí el abanico de responsabilidades y culpables se abre, mejor dicho se expande.

Desde aquellos días del opacímetro, sistema casi artesanal para calificar a las emisiones de un vehículo, según la tonalidad del humo, hasta la obligatoriedad de la revisión vehicular ha pasado mucho tiempo: unos 20 años.

En este lapso, la sucesión de administraciones municipales ha tenido la particularidad de no continuar planes y proyectos ambientales. Cada quien, quiso dejar su huella. Lo del transporte es una arista. Es un ejemplo. Igual ocurrió con el tema de los desechos y de la actividad de las industrias.

En este campo, y con más detalle, no se conoce lo que el alcalde Mauricio Rodas tiene en su agenda. Van tres meses...

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