Al millón de euros que el gobierno alemán dispuso para atender las necesidades de las zonas afectadas por el terremoto se suma medio millón de euros más. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Al millón de euros que el gobierno alemán dispuso para atender las necesidades de las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril se suma medio millón de euros más para proyectos humanitarios. Así lo dio a conocer este 6 de junio, Martin Langer, consejero de la Embajada de la República Federal de Alemania, durante una reunión con representantes del gobierno de Manabí y de ONG’s, en Manta.
Por medio del GIZ, organismo oficial para la cooperación alemana, la embajada de este país en Ecuador canaliza la ayuda en temas de agua potable, salud, apoyo a albergues y la reactivación económica del cantón Sucre con su capital Bahía, San Vicente, Canoa, Junín y Tosagua, zonas de la provincia de Manabí destruidas por el terremoto del 16 de abril del 2016.
Varias ONG’s alemanas, con oficinas en Ecuador, se encargan de extender ayuda humanitaria y psicosocial con el medio millón de euros adicional que dispuso el gobierno de ese país, especialmente para las zonas rurales más desprotegidas.
Plan Internacional es uno de estos organismos. Este se encarga de generar espacios amigables para los niños de las zonas afectadas por el sismo. Por ejemplo, cómo recuperar el autoestima y cómo elaborar proyectos de vida en emergencias son los ejes a través de los cuales trabaja la ONG.
Verónica Zambrano, gerente nacional de programas de Plan Internacional, considera de suma importancia que al apoyo gubernamental se sume la gestión de instituciones particulares y la de los ciudadanos.
En el tema de vivienda, ADRA en Ecuador es la organización encargada de extender la ayuda. El trabajo de esta entidad se enfoca en el levantamiento de viviendas pre elaboradas para la zona de El Matal, en Jama. El proyecto se encuentra en la fase de difusión y establecimiento de contratos para la provisión de insumos.
Johnny Velásquez, director de implementación de proyectos de emergencia, indica que para la construcción se empleará mano de obra local. Las viviendas con estructura de madera durarán entre ocho y diez años y se construirán y entregarán durante las dos primeras semanas de julio.
Diakonie, con sede en Berlín, presta ayuda a través de sus socios en Ecuador en temas de calidad del agua y apoyo psicosocial en 27 comunidades de la zona rural. Rodolfo Arce, representante en Ecuador, destaca la importancia de prestar atención a personas con discapacidades.
Además del millón y medio de euros. Los diferentes gestores han recaudado por sus medios alrededor de USD 20 000, que se destinan para generar espacios de esparcimiento infantil. Barbara Hess, directora de GIZ en Quito, considera que esta atención debe ir de la mano con los proyectos a largo plazo como el fortalecimiento de las cadenas de producción que es en lo que trabaja su organización.
A la reunión también asistieron el prefecto de Manabí, Mariano Zambrano, y el asambleísta Carlos Bergmann, quien lidera el grupo interparlamentario Ecuador – Alemania.
Zambrano aprovechó para agradecer al gobierno de Alemania por abrir su mercado para el atún y resaltó el trabajo que se pueda realizar en las zonas rurales. El Prefecto enfatizó en el uso de la madera y la caña guadúa para la construcción de viviendas en estas zonas.
También resaltó la atención que requieren los emprendedores. “El sector camaronero tuvo daños en su infraestructura al igual que el sector hotelero. También los comerciantes se ven afectados. Solo en Manta y Portoviejo hay más de 10 000 personas en el comercio formal e informal”.
Martin Langer aseguró que, mediante visitas a las zonas afectadas, se identifican las prioridades y las necesidades más urgentes para canalizar la ayuda.