Rogelio Vázquez, quien está encargado de los albergues en Ponce Enríquez, recorre la zona de La Independencia. Xavier Caivinagua / EL COMERCIO
Los albergues en las zonas vulnerables al fenómeno de El Niño en Azuay y Cañar fueron identificados.
La Secretaría de Gestión de Riesgos determinó que 10 espacios están en posibilidades de acoger a los afectados si se presentan las inundaciones.
Estos centros están cerca de las zonas consideradas de alto riesgo por la crecida y desbordamiento de ríos. En el cantón azuayo de Ponce Enríquez se calificaron cinco albergues y la Casa Pastoral, que albergará a 59 personas, tiene la mayor capacidad. Cuenta con cuatro salas que servirán como dormitorios. Además, cocina y baños.
Las calles de acceso son de tierra. Al interior funciona un dispensario que podría servir para las atenciones médicas, dice Rogelio Vásquez, responsable de los albergues del Municipio de Ponce Enríquez.
En ese cantón, en cada invierno, los ríos Gala, Jagua, Balao, Tenguel y Siete se desbordan y sus aguas ingresan a las viviendas y dañan los cultivos, señala el agricultor Leonidas Bermeo, quien está preocupado por la llegada de El Niño.
Por los alrededores de su vivienda, ubicada en el sector de La Independencia, pasa el río Fermín, que en estos días subió de caudal por las lluvias que caen en este cantón azuayo. Una decena de casas están muy cerca de este afluente.
Los vecinos de Bermeo participaron en una minga de limpieza de la maleza como medida de prevención. “Queremos estar listos porque ya hemos padecido los efectos de inviernos pasados”.
En esas ocasiones, para proteger a su familia pidió posada a sus familiares y teme que esta ocasión ocurra lo mismo. Él desconocía que están definidos cinco espacios públicos en la ciudad para ser albergues.
Estos lugares aún no están equipados ni están listos para ser habitados. En algunos hay sillas, escritorios y hasta basura. Pero Juanita Bersosa, coordinadora de la Zonal 6 del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), asegura que cuando se registren las emergencias funcionarán.
Según ella, al momento disponen de 200 kits de ayuda humanitaria. Son camas, colchas, frazadas, raciones alimenticias y materiales de limpieza para 200 personas. Los municipios también deben aportar, agrega.
El proceso de selección de los albergues continúa. Hasta la primera quincena de diciembre deberán estar definidos otros 11 centros que se pondrán a disposición para las posibles emergencias en Azuay y Cañar. “Si el caso lo amerita abriremos más”, dice Bersosa.
A los siguientes 11 albergues irán las poblaciones vulnerables a deslizamientos de los cantones de Ponce Enríquez, Pucará, Santa Isabel y Cuenca. El trabajo de identificación es realizado por la Secretaría de Gestión de Riesgos, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda y los municipios.
En el equipamiento y la asistencia social intervienen el MIES y el Ministerio de Salud. Los administradores de los espacios que servirán como albergues ya fueron notificados para que estén atentos ante una posible amenaza, dice Galo Sánchez, de la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Si bien en el cantón Azogues, perteneciente a la provincia del Cañar, no hay riesgo de inundaciones, allí se abrió un albergue para las familias que podrían resultar afectadas del cantón costero de La Troncal. Allí, la amenaza principal son los ríos Cañar y Bulubulu y 15 quebradas.
El departamento de Gestión de Riesgos del Municipio identificó 26 puntos críticos. Allí, están definidos dos albergues en la parroquia Pancho Negro y en la cabecera cantonal.
En las zonas vulnerables, la Secretaría de Gestión de Riesgos trabajó en simulacros de evacuación y campañas de prevención sobre inundaciones. Para Sánchez, es necesario que la población esté preparada para las emergencias.
Durante este mes, se han realizado 98 capacitaciones y 47 simulacros, en los que participaron 26 000 azuayos y cañarenses. María Naranjo vive en la zona de Pancho Negro y ya fue capacitada sobre cómo y cuándo salir de sus viviendas cuando haya inundaciones. “Ahora tendremos un albergue provisional”.
Ayer, se realizaron simulacros en colegios de Ponce Enríquez y Cuenca. Un tema que está pendiente es la entrega de los planes de contingencia de cada municipio a la Secretaría de Gestión de Riesgos. Estos deben contener la identificación de las zonas vulnerables, el equipamiento y personal con el que cuentan para atender una emergencia.
En Azuay, los municipios de Ponce Enríquez y Nabón ya cumplieron con esa solicitud y en Cañar solo lo hizo La Troncal. Sánchez señala que las autoridades municipales tienen la obligación de entregar lo más pronto para definir acciones posteriores.
En contexto
La Secretaría de Gestión de Riesgos ya calificó a 10 de los 21 albergues que quedarán listos hasta la primera quincena de diciembre para acoger a posibles damnificados por el fenómeno de El Niño. Más adelante, dependiendo de la magnitud de los efectos, se identificarán otros lugares con los organismos seccionales.