Dos mujeres, entre ellas una policía, fueron agredidas en Nueva York por ser musulmanas, y algunas esvásticas aparecieron en el metro, últimos episodios del alza de actos racistas en ese país desde la victoria presidencial de Donald Trump.
El sábado 3 de noviembre, al suroeste del barrio de Brooklyn, la oficial de policía Aml Elsokary, que no estaba en servicio, fue agredida por un hombre que la amenazó con cortarle la garganta y la trató de “p…de ISIS”, en referencia a una de las apelaciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El agresor fue detenido el sábado, según indicó la Policía de Nueva York, y acusado de delito con carácter racista o religioso, según precisó el fiscal de Brooklyn, Eric González.
“Aml Elsokary es uno de los 900 musulmanes estadounidenses de la policía de Nueva York que nos protegen. Estemos del lado de sus familias”, tuiteó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
A ello se agrega la agresión recibida, el lunes en esta misma ciudad, por una empleada de los transportes que viajaba hacia su lugar de trabajo. Fue interceptada por un hombre que la trató de “terrorista” y la empujó por las escaleras, lo que le provocó heridas en un tobillo y una rodilla.
La Policía de Nueva York abrió una investigación aunque por el momento nada permite identificar al sospechoso.
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, señaló que el sábado aparecieron esvásticas en una rama del subte.
Cuomo evocó una ola de incidentes con carácter racista o religioso en la red de transportes neoyorquina desde la elección presidencial. Recordó, además, por medio de un comunicado, que folletos del Ki Klux Klan habían sido distribuidos en dos estaciones de trenes de Long Island.
El jefe de la Policía de esa ciudad, James O´Neill, contó que los actos racistas aumentaron un tercio desde el principio del 2016.