Redacción Deportes
deportes@elcomercio.com
‘Es difícil vencer a un grupo de amigos”. Esta frase la dijo Iván García, quien brinda asistencia personalizada a los jugadores y al cuerpo técnico de
Barcelona desde que el plantel se entrena en Quito.
Esta unión se consolidó con las actividades de integración que realiza el plantel en las concentraciones. Una de ellas es el torneo de PlayStation que se disputa entre jugadores y cuerpo técnico.
“Es divertido. Todos compartimos momentos de relax. No hay grupos, hay un solo grupo”, sostiene el juvenil Bryan de la Torre.
Entre risas, el volante detalla que los más jóvenes por lo general se imponen a los experimentados. Aprovechando el juego, Máximo Banguera, Luis Bolaños, Fernando Hidalgo y Matías Oyola aconsejan a los juveniles.
El organizador del torneo de PlayStation es el estratega argentino. Se realiza luego del almuerzo.
“Las puertas de los cuartos siempre están abiertas y cualquiera puede entrar”, cuenta el defensa Jefferson Hurtado.
La solidaridad grupal y el resultado del proceso de adaptación a la altitud del club porteño, que se inició el 16 de enero, se evidenciaron en el encuentro con Liga, en el estadio Casa Blanca.
Barcelona confirmó ante los albos que el proceso de adaptación a la altitud también sirvió para consolidar “a un grupo de amigos y no de estrellas”, argumenta el delantero Luis Miguel Garcés.
El plantel titular está conformado por jugadores de experiencia, pero además de ellos, Llop cuenta con una plantilla de jóvenes como Bryan de la Torre, Dennis Quiñónez, Jorge Cevallos, Mike Rodríguez, Juan Anangonó, Édison Valdivieso, entre otros, que aspiran a ser titulares en el equipo.
Aseguran que no existe celo entre titulares y suplentes. Hurtado, por ejemplo, cuenta que quienes están en la banca desean suerte a quienes empiezan de titulares.
Hoy se pondrá nuevamente a prueba esa unidad, en el juego contra El Nacional, en casa.