Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la Plaza Belmonte, desde mañana a las 20:00, por las fiestas de Quito. Las consideran un acto ilegítimo y una muestra del maltrato animal. La tarde de este martes 1 de diciembre del 2015 planean reunirse, justamente en la escultura de un toro, la del Ministerio de Agricultura, en la Eloy Alfaro y Amazonas.
Con esa protesta, la segunda que desarrollan en esta semana, esperan hacer conciencia y que no se realice la Fiesta Brava y se respete la voluntad popular de prohibir espectáculos públicos con animales, expresada en el 2011 a través de la consulta popular.
Así lo expresa Shady Heredia, vocera del colectivo Abolición es Evolución, grupo integrado por defensores de animales, activistas y antitaurinos, que se unieron con la intención de frenar las corridas que se desarrollarán desde mañana miércoles 2 de diciembre hasta el domingo 6 de diciembre.
Lo que se busca es evidenciar entre los quiteños que “este espectáculo representa una ilegalidad, ya que aunque no se mata al toro frente al público, después de recibir el maltrato, se termina con su vida”.
Juan José Ponce, miembro de la Activistas por la Defensa y Liberación Animal (ADLA), explica que su posición se basa en cuatro puntos. El primero es el tema ético, donde plantean que no se debe asignar mayor valor a la vida de una especie que de la otra. Por ejemplo, quienes defienden la vida de los perros, deberían defender de igual forma a los toros.
Protestas antitaurinas
Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
Un grupo de activistas se pronuncian en contra de las corridas de toros que se desarrollarán en la plaza Belmonte, desde este 2 de diciembre, por las fiestas de Quito. Foto: Galo Paguay/El Comercio
El segundo punto se enfoca en el símbolo de lo que llaman la “tauromafia”. Para el colectivo, la fiesta brava no solo simboliza violencia física sino también estructural, al representar el “aniquilamiento” cultural que vivieron los ancestros.
Ante la respuesta de quienes gustan de la Fiesta Brava, que hablan de que los toros representan una tradición de los quiteños, los activistas sostienen que de acuerdo al “avance moral” del siglo 21, hay prácticas que “son moralmente condenables o que no van de acuerdo a este progreso”.
Su preocupación ante el impacto que pueden generar las corridas de toros en los niños es otra de sus motivaciones para pronunciarse en contra. Al observar este acto, se naturaliza la violencia entre ellos, lo que puede generar que en el futuro, aporten a una sociedad violenta. Sin embargo, en la plaza Belmonte no se permitirá la entrada de menores de 16 años.
El cuarto punto es el tema legal. El colectivo planteó una Iniciativa Popular Antitaurina que, en primer debate, ya fue aprobada. Juan José Ponce, miembro de (ADLA), cuenta que se les pidió que hicieran algunas especificaciones en el texto que se prestaban a otras interpretaciones. Actualmente se encuentran a la espera de la notificación para un segundo debate.
Para el tno se trata de que quienes no estén a favor de los toros no asistan a las corridas, como les suelen recomendar. Para ellos lo primero que se debe tener en cuenta es “el derecho a no ser violentado que tienen todas las especies, incluyendo el de estos animales. Además, se preocupan por cómo este evento afectará el tránsito del barrio y a la seguridad en los alrededores”.