Miguel Riofrío Pólit
Qué pena me ha dado ver y oír la reacción tan negativa de la gente ante el lamentable accidente de tránsito en el que se pierde una vida tan valiosa e irreemplazable, ocasionado por el vehículo en que viajaba (según la información de los medios), un familiar del señor Ministro Fiscal de la Nación.
Pobre señora. Y pobres los familiares de la víctima.
Pero pobre el país en que la gente que está contra el Gobierno ya está haciendo un tema político de esta tragedia.
Qué pobreza de alma. Qué pobreza de espíritu.
Solazarse con la tragedia de los otros.
Solazarse con la pena de los otros.
Preguntémonos si con esa manera de pensar, con esa mentalidad, podremos pensar que seremos capaces de salir del subdesarrollo en el que vivimos.
Si ha sido más bien frecuente que nos alegremos del mal ajeno para sobre sus cenizas tratar de pescar a río revuelto y disfrutar de aquello.
Yo le pido a Dios que a mí, a mi esposa, a mis hijos, a las personas que conozco, no les pase una tragedia como esta.
¡Cuánto nos falta cambiar en lo personal para pensar en cambiar al país!