En 1997, Abdalá Bucaram Ortiz fue destituido de la presidencia de la República. Foto: Archivo / EL COMERCIO
En marzo del 2017 prescribirán los dos procesos judiciales que se siguen en contra del exmandatario Abdalá Bucaram. Su hijo, Abdalá Bucaram Puley, aseguró que no habrá ninguna fuerza que pueda detener el regreso al país del histórico líder roldosista que está asilado en Panamá.
El pasado martes, la defensa de Bucaram recibió una notificación por parte de la jueza ponente, Gladys Terán. En un auto resuelve no acoger el pedido de principio de favorabilidad sobre la prescripción planteado días antes, pero, según Bucaram Puley, se reconoce que los juicios prescriben en 20 años.
Los juicios del presidente Bucaram se iniciaron en 1997. La jueza ponente de la Corte Nacional de Justicia acepta que los juicios prescriben en 20 años. Este plazo se cumple el 17 de marzo del 2017, precisó Abdalá Bucaram Puley, director del movimiento político Fuerza Ecuador (FE), en una entrevista con este Diario.
Los procesos penales se iniciaron en marzo de 1997, a través de un auto cabeza de proceso, en el que se imputó al expresidente por el delito establecido en el artículo 257 del Código Penal de entonces, que se sancionaba con cárcel. Ambos casos fueron conocidos como Mochila Escolar y Gastos Reservados.
Para el hijo del Mandatario lo que pasa con su padre es un “perseguido político”.
El retorno de Bucaram no dependerá de condiciones políticas, señaló el líder de FE. “No importa quien gane las elecciones o quien esté en segunda vuelta. Abdalá Bucaram vuelve a Ecuador en marzo del 2017 y no hay ninguna fuerza que pueda detenerlo porque ya es una resolución de la Corte Nacional de Justicia”. Esto con referencia a las elecciones presidenciales que serán el próximo febrero.
Finalmente, Bucaram Puley espera el retorno de su padre para que pueda pasar tiempo con sus hijos. “Quiero que mis hijos disfruten a su abuelo en la niñez”.
El exmandatario se somete a un tratamiento debido a complicaciones cardiacas al cual ha reaccionado positivamente. Actualmente, se mantiene con buen estado de salud en Panamá.