DPA
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, sostuvo hoy en Chile que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, eligió “la colonización y no la paz” al no suspender de forma total la construcción de asentamientos judíos en territorios palestinos. “El primer ministro de Israel no aportó nada, la colonización va a seguir en Cisjordania y en Israel (Jerusalén Este)”, dijo Abbas durante una conferencia en la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), con sede en Santiago de Chile.
Abbas, aunque planteó que su país no puede imponer condiciones para negociar con Israel, opinó que Netanyahu “no se comprometió con el reincio de las negociaciones”, que a su juicio exige suspender totalmente las construcciones en los asentamientos. El líder palestino, tras revelar que había tomado contacto con otros líderes del mundo árabe para analizar la situación, agregó que también interpelará al gobierno de Barack Obama.
“En el futuro vamos a hablar con Estados Unidos, porque tenemos buenas relaciones con Estados Unidos, a pesar de todo”, sostuvo. Abbas, hablando ante funcionarios de Cepal y miembros de la rica e influyente comunidad palestina en Chile, sostuvo que su pueblo no desea más enfretamiento. “Queremos la paz para nuestros hijos y nietos y para los hijos y nietos de los otros.
No queremos ver más violencia ni terrorismo, queremos un mundo de seguridad y tranquilidad”, dijo. Por su parte, en Ramallah, el negociador jefe de los palestinos, Saeb Erekat, calificó como “propaganda” el anuncio israelí de que se suspenderán por diez meses la construcción de asentamientos en Cisjordania. En una declaración escrita, Erekat llamó a Estados Unidos y al resto de la comunidad internacional a que obliguen a Israel a congelar totalmente las actividades de construcción.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció el miércoles en Jerusalén que su país suspendería las construcciones en las colonias cisjordanas durante diez meses. La medida, eso sí, excluía la construcción de edificios públicos como sinagogas, escuelas, jardines infantiles y la edificación, ya iniciada, de unos 3.000 voviendas. La moratoria propuesta por Israel también excluye a Jerusalén Este, o aquellos asentamientos judíos que fueron construidos dentro de los límites de la ciudad pero en tierra ocupada, allende la “línea verde”, que marca la frontera entre Israel y Cisjordania.
“No sé cómo semejante decisión puede ayudar a que se reanude el proceso de paz”, afirmó Erekat, quien expresó la esperanza de que “Estados Unidos y el mundo no se dejen arrastrar por la propaganda de Netanyahu”. Por su parte, el Comité Central del partido Al Fatah, del presidente Mahmud Abbas, dijo en una declaración que la oferta israelí no es “nada nuevo”. “Una vez más, demuestra que ese gobierno insiste en continuar la política de abandonar el proceso de paz”, agregó el organismo.
Las actividades de construcción en los asentamientos “deben cesar totalmente, no parcialmente, no sólo en Cisjordania, sino también en Jerusalén”, subrayó la organización palestina. El miércoles, Estados Unidos ya había acogido favorablemente la iniciativa israelí, calificándola como un “paso positivo”. Tanto el enviado especial del presidente Barack Obama para Cercano Oriente, George Mitchell, como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresaron la esperanza de que el gesto israelí permita la reanudación de las conversaciones de paz.
No obstante, ambos funcionarios admitieron que la oferta israelí “se queda corta” respecto a un congelamiento total de las construcciones en los asentamientos israelíes.