Redacción Guayaquil
La elevada presión arterial puede ser el indicio de una enfermedad cerebrovascular. El riesgo aumenta con la presencia de enfermedades como la diabetes y la obesidad. Pero a esos factores se suma uno nuevo: los trastornos de sueño.
Ese es uno de los temas que analizan 11 neurólogos que participan en el congreso médico Todas las mentes hablan de la mente. Este encuentro se desarrolla en Guayaquil desde el miércoles y termina hoy.
Los trastornos del sueño y los últimos tratamientos para afecciones cerebrovasculares son también parte de la agenda.
Pablo Castillo, profesor de neurología de la Clínica Mayo, en Minnesota (EE.UU.), explica que las enfermedades cerebrales son la segunda causa de muerte y la primera en generar discapacidades en el mundo.
“Si el paciente sobrevive a un ictus, como se conoce a un ataque cerebral, va a quedar con algún tipo de discapacidad”.
Castillo agrega que el estrés es otro de los detonantes. Además, entre las últimas patologías que pueden derivar en un problema cerebral están los trastornos de sueño, también conocidos por los profesionales como apneas. “Los síntomas son comunes, van desde el ronquido hasta la somnolencia diurna
excesiva”.
Otro de los especialistas, el chileno Pablo Lavados, analizó las últimas técnicas que se aplican para el tratamiento de pacientes con casos de infartos cerebrales. La trombolisis es una de las alternativas que puede evitar que la muerte se produzca.
“De un millón de personas, unas 25 000 pueden desarrollar un infarto cerebral. Si se aplica un tratamiento de trombolisis, entre las tres y cuatro primeras horas, un 10% de afectados puede tener un mejor desenlace”, explicó el médico.
Adnan Qureshi, profesor de la Universidad de Minnesota, analizó el manejo de la presión arterial durante el infarto cerebral.