Las autoridades de Yachay y Senescyt juntas, cuando se abrieron las puertas de la universidad en marzo del 2014. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Para entregar dinero a los funcionarios de Yachay EP a fin de que se movilicen y subsistan por motivos de trabajo, los directores financieros tenían que pedir a gerentes de áreas, directores y jefes inmediatos la proyección de esas comisiones.
El procedimiento debía aplicarse tanto para los viajes dentro o fuera del país. Pero no se cumplió con ese requisito, lo que “impidió que se optimice el tiempo y recurso de cada unidad administrativa”, según el informe general que hizo la Contraloría, tras aplicar un examen especial a la empresa pública Yachay. La universidad es parte de esa empresa.
Esta falta que se cometió al reglamento fue regularizada durante el último trimestre del período 2014. El examen de Contraloría se hizo durante el período 13 de marzo del 2013 y el 31 de diciembre del 2014.
En ese tiempo se utilizaron USD 759 621 en viáticos por residencia, movilización, adquisición de pasajes internacionales y también nacionales.
La cifra más alta corresponde a los viáticos y subsistencias en el interior, en el 2014. En el informe de la Contraloría se detalla que se gastaron USD 229 480,84 por ese concepto.
El exrector de Yachay, Fernando Albericio, tras ser destituido del cargo, cuestionó el pago de viáticos a sus compañeros de la Comisión Gestora, que vivían en California y llegaban al país cobrando viáticos para las reuniones.
La réplica llegó del rector interno actual José Andrade, quien recordó que la entrega de viáticos está regida por la ley y que el mismo Albericio también los ocupó cuando era parte de la universidad Yachay.
Pero la auditoría de Contraloría fue más allá. Estableció que pese a contar con un software especializado en finanzas, conocido como Olimpo, este no fue utilizado. El mismo permitía llevar un control de la contabilidad, presupuesto, activos fijos, roles de pago, inventario y viáticos.
Pese a que los ciclos de capacitación previstos para el personal se completaron y se hicieron las pruebas para verificar el funcionamiento de la herramienta, se prescindió de esta y los registros se llevaron en una hoja de cálculo de excel.
El resultado: “demoras en su procesamiento, los comisionados tramitaron las solicitudes e informes de comisión sin ingresar ni registrar el módulo respectivo, no se observó un orden secuencial ni cronológico, sin optimizar los recursos que adquirió la empresa”, reza en el informe.
Ese sistema administrativo fue adquirido por el Director Administrativo de la Empresa Pública Yachay por un monto de USD 18 750, a través del contrato 0008-2013. El argumento que entonces se dio a la Contraloría, y que consta en el informe, fue que hubo desconocimiento de la funcionalidad del sistema por la rotación de personal en el área financiera. Luego de identificarse el problema se aplicó un correctivo.
Denuncia y costo político
Las supuestas irregularidades en Yachay fueron denunciadas por el exrector Fernando Albericio luego de su salida. Sin embargo, actores críticos al Gobierno las han hecho parte de su bandera de lucha.
El exconsejero de Participación Ciudadana, David Rosero, por ejemplo cree que hay una ‘elitización’ de la educación en el país porque supuestamente el Gobierno enfoca su inversión y preocupación en las cuatro universidades que ha creado (Yachay, Ikiam, Uniartes y Unae) y se deja de lado al resto de centros públicos.
“Debería designar un presupuesto con igualdad, para todos las universidades. El despilfarro en Yachay era un secreto a voces”.
Para la exasambleísta de Ruptura 25, María Paula Romo, lo ocurrido pone al Gobierno en una posición delicada porque sus obras emblemáticas se ven como elefantes blancos y eso le pasará un costo político.
El tema ha copado los noticieros y se ha impuesto por sobre otros, como el del diálogo nacional o las herencias. El oficialismo ha tratado de mermarlo posicionando el mensaje de que Ecuador lidera la inversión en educación superior en la región, al destinar el 2,12% del PIB para ese fin.
Pero Yachay, para Mauricio Chiluisa, presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios, será simbólica en las marchas de los próximos días. “Evidencia del desorden administrativo del correismo”.