Medidas de bioprotección se cumplen para odontólogos y pacientes. Foto: Freepik
El índice de asistencia al control odontológico en la población ecuatoriana ha disminuido desde el inicio de la pandemia. La salud oral, en consecuencia, se ha visto afectada, repercutiendo en el bienestar general del cuerpo.
Byron Acevedo, director de la Escuela de Odontología de la Universidad Internacional del Ecuador, dice que el índice de ausentismo en el país está sobre el 50%, con base en datos de la Organización Mundial de la Salud. Solo los casos de suma urgencia se están atendiendo.
Ismael Espinoza, presidente de la Federación Odontológica Ecuatoriana, reconoce que la salud bucal se ha descuidado como producto de la crisis económica y social que ha provocado la emergencia sanitaria.
El bajo acceso a la atención dental causa, entre otros, aumento de placa bacteriana y caries, menoscabo progresivo de la función masticatoria por pérdida dentaria e incremento de malposiciones dentales por escaso tratamiento de ortodoncia. En adultos mayores puede haber un deterioro significativo de la salud oral, causando un impacto en la calidad nutricional.
Espinoza asegura que los pacientes que no tienen una correcta higiene bucal tienen más complicaciones en el caso de contagiarse con covid-19. “Si tenemos una higiene bucal continua y si nos lavamos la boca como es recomendado, se disminuye la carga viral”, insiste el especialista.
Las enfermedades bucales estarían íntimamente relacionadas con la pandemia. Acevedo explica que la diabetes y la hipertensión, considerados problemas endémicos en Ecuador, predisponen a la complicación odontológica.
El paciente diabético, dice, tiene una lenta respuesta al manejo de infecciones y un lento proceso de cicatrización. “Si vive en un ambiente con covid-19 y si tiene heridas en la cavidad oral, tiene más probabilidad de contaminarse y adquirir la enfermedad que un paciente que no tiene heridas y no tiene diabetes”, indica.
El paciente hipertenso, mientras tanto, es propenso a la endocarditis bacteriana. Explica que las bacterias producidas por caries y enfermedad periodontal anidan con facilidad en el lado izquierdo del corazón y generan daños irreversibles. “Estos pacientes necesitan del apoyo de la infraestructura hospitalaria, que ahora está en manos del covid-19”, dice.
Otro grupo que es más propenso al nuevo coronavirus es el de pacientes inmunodeprimidos. Por lo tanto, advierte Acevedo, deberían evitar los focos infecciosos en la cavidad oral.
Por estos motivos, Espinoza recomienda cuidar de la higiene bucal en casa y asistir dos veces al año al odontólogo. El paciente debe acudir solo, a menos que se trate de niños o personas que necesiten compañía, y debe seguir las indicaciones de bioseguridad de la clínica odontológica. El diagnóstico oportuno evitará problemas mayores, como infecciones o la remoción de
piezas dentales.
Por estos motivos, Espinoza recomienda cuidar de la higiene bucal en casa y asistir dos veces al año al odontólogo. El correcto cepillado y el uso de hilo dental son básicos. A esto se suma la necesidad de usar un enjuague bucal suave o de preferencia recetado por el especialista. Este paso cobra más importancia durante la pandemia, pues su uso disminuiría la carga viral en la boca, en caso de que el paciente se haya contagiado de covid-19, provocando que la enfermedad sea menos fuerte y disminuyendo el número de partículas con virus que se emite al exterior.