En esta foto aparece el astronauta David Scott caminando sobre la superficie lunar. Foto: EFE / NASA
El viaje a la Luna fue uno de los hitos más trascendentales de la carrera espacial y, por supuesto, de la historia de la humanidad.
El 20 de julio de 1969, un ser humano puso el pie en este satélite por primera vez y 50 años después se recuerda este hito como una gran hazaña.
El esfuerzo que hizo Estados Unidos para que sus astronautas hicieran este viaje no habría sido posible sin los avances tecnológicos alcanzados durante la Segunda Guerra Mundial.
Luca Sorriso-Valvo, físico italiano que trabaja en la Politécnica Nacional, indica que todos los países que tienen un pasado y un futuro en la exploración del espacio esperan ir otra vez al satélite.
Este científico, que trabaja con la NASA, advierte que este organismo planea volver a la Luna en el 2024.
Todo indica que este próximo programa espacial, denominado Artemisa, ya es un hecho porque la misma NASA lo hizo público el 13 de mayo del 2019. Sorriso sostiene que lo más probable es que China e India también lo hagan.
China, por ejemplo, este año envió la sonda Chang’e 4, cuya misión es explorar la cara no visible de la Luna. El propósito final del programa chino es enviar una misión tripulada al satélite en el año 2036.
A través de la sonda Chang’e 4, los chinos buscan extraer nuevos datos sobre la evolución de la Luna.
Por otro lado, India decidió lanzar su segunda misión lunar, llamada Chandrayaan-2, en estos días. Después del lanzamiento, el satélite tomará varias semanas antes de dirigirse a un aterrizaje suave en el polo sur de la Luna, una región que no fue visitada por ninguna nave espacial.
Según precisa el investigador italiano Sorriso, uno de los objetivos de regresar al satélite es investigar más acerca del origen de la Luna, y para ello -dice- no es indispensable enviar seres humanos.
Considera que se pueden enviar robots para efectuar experimentos delicados. Edy Ayala, físico y catedrático, manifiesta que una de las inquietudes que la mayoría de personas se plantea es por qué el hombre no volvió a la Luna en estas cinco décadas.
Las respuestas, según asegura, pueden ser diversas, pero entre ellas se destaca incluso una posible falta de interés científico en este satélite.
Esta explicación puede tener mayor sentido, sobre todo, porque en los últimos años se realizaron misiones no tripuladas a los otros planetas del Sistema Solar que, según señala Ayala, aportaron mucha más información científica que otro viaje a la Luna.
El físico hace referencia a las misiones Voyager, que fueron enviadas a Júpiter, Saturno y Neptuno. También están las sondas Cassini-Huygens, que realizaron una misión espacial no tripulada, cuyo objetivo fue estudiar el planeta Saturno y sus satélites naturales.
Para el académico, el viaje a la Luna sirvió para conocer más sobre el movimiento y el origen del satélite.
De acuerdo con una teoría, la Luna se formó después una gigante colisión que tuvo la Tierra con otro planeta mucho más pequeño. Como producto de este impacto, en el cual se formó mucho material, surgió el satélite. Por eso, se piensa que la naturaleza de la Luna y la Tierra no debe ser muy diferente en lo que se refiere a los materiales primarios.
El próximo paso después de regresar a la Luna será viajar al ‘Planeta Rojo’, pero las condiciones serán más complicadas, explica Ayala.
El investigador advierte que si los seres humanos no pudieron regresar a la Luna en estos 50 años, peor aún podrán efectuar un viaje más largo a Marte. Está convencido de que la humanidad está muy lejos de poder garantizar una misión tripulada al ‘Planeta Rojo’.
Al hablar sobre los planes para continuar explorando el satélite, Sorriso añade que en dos años se lanzará un satélite a la Luna para tomar algunas mediciones del campo magnético en el suelo lunar. También se enviarán sismógrafos e instrumentos para análisis de materiales y también un rover (vehículo), para realizar recorridos y enviarlos a la Tierra para su posterior investigación.
Sorriso concluye que siempre habrá intereses estratégicos en la Luna, como el estudio de nuevos materiales.