Universidad Católica de Guayaquil conmemora centenario de la muerte de Medardo Ángel Silva

Foto: Archivo / EL COMERCIO

Foto: Archivo / EL COMERCIO

La memoria y obras del poeta ecuatoriano Medardo Ángel Silva fueron recordados en la Universidad de Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO

La figura de Medardo Ángel Silva, ícono de la literatura ecuatoriana, fue exaltada como de "poeta musical" y "un escritor total", que destacó también en su faceta de cronista del Guayaquil marginal y un narrador.

Fue en un evento que conmemoró el centenario de la muerte del autor guayaquileño.

El próximo 10 de junio se cumplirán 100 años de la desaparición del poeta, por lo que se esperan este año homenajes similares al autor de El alma en los labios, poema convertido en canción e inmortalizado en la voz de Julio Jaramillo, uno de los más icónicos pasillos de la música ecuatoriana.

La crítica literaria Cecilia Ansaldo y el escritor Fernando Balseca participaron del evento conmemorativo ‘Medardo, 100 años después’, organizado por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, que promueve su nueva Carrera de Literatura.

Balseca ahondó en la música en los poemas de un autor que fue nieto de violinista e hijo de un afinador de pianos y que tituló su primer poema Serenata. Llenó su primer poemario, 'El árbol del bien y el mal' (1918), de referencias musicales, "llantos de los pianos" o "arpegios de cristales", por ejemplo.

También destacó el empleo de una noción de musicalidad para transmitir sentidos que hubieran tomado demasiado tiempo poner en palabras o que le sirvió para rozar lo velado y misterioso.

"En sus expresiones comprime conceptos y afectos en un corto espacio", dijo Balseca. "La música y la poesía son músicas distintas, pero músicas al fin, y eso supo manejarlo Silva, el poeta musical".

El romántico-modernista nació el 8 de junio de 1898 en Guayaquil y murió el 10 de junio de 1919, dos días después de cumplir 21 años: se descerrajó una bala en la sien. Aunque la teoría del suicidio en la casa de su exenamorada, frente a ella, sigue siendo cuestionada, como comentó Ansaldo.

La directora del Comité Literario de la Feria del Libro de Guayaquil ahondó en el Silva narrador. Aunque reconoció que la figura del poeta devoró su otra obra, Ansaldo reivindicó a Silva como un escritor total a su corta edad. Y habló de la novela corta 'María Jesús' (1919) y de cuatro narraciones breves en el encuentro realizado la tarde de este viernes 11 de enero del 2019 en el recibidor del Microteatro Gye, en el Malecón del Salado de Guayaquil.

En la novela -dijo- está compendiada toda la actitud del hablante lírico, la voz autobiográfica, confesional e intimista de los poemas, la mirada emocional, arrobada, y las impresiones sensoriales de una hacienda montuvia donde transcurre la trama. Se trata de la historia de un joven que intenta borrar un amor contrariado con el de otra chica que conoce en la hacienda, marcado también por lo trágico.

"María Jesús es una pequeña joya de la literatura ecuatoriana que ya no se lee", indicó Ansaldo. Lamentó que la obra de Silva haya salido de los programas de estudio de los colegios y que a 100 años de su muerte, perviva más como mito, como curiosidad biográfica morbosa, como melancolía y culto a la soledad.

Balseca propuso reeditar de forma correcta la obra poética del bardo.
En la narración breve 'El aviso' - Ansaldo fue renuente a llamar esos textos cuentos-, la académica encontró un aviso del suicidio cuando un personaje intenta matarse al inyectarse una sobredosis de morfina y se detiene ante la cercanía de su madre en una habitación contigua.

Suplementos digitales