Los tsáchilas introdujeron las menestras, la carne y los bolones en su menú turístico. Foto: cortesía Centro Cultural Mushily.
Los centros turísticos y culturales tsáchilas han fusionado su comida tradicional para complacer a los turistas que visitan las aldeas, durante los fines de semana y en feriados.
El paka o ayampaco (pescado al vapor, envuelto en hojas de plátano) ahora se lo sirve con arroz y yuca. Mientras que la tradición nativa es degustarla con bala (majado de verde).
Este plato también se lo prepara con pollo o con palmito, para los comensales que son vegetarianos.
En el centro cultural Mushily se ha creado un menú para que el turista decida el tipo de alimentación que obtendrá durante su visita.
Algunos viajeros prefieren los platos tradicionales y las frutas que son cultivadas por los tsáchilas, de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo.
Uno de ellos es el turista Fernando Salazar. Él asegura que uno de los atractivos tsáchilas es su gastronomía. “En ningún otro lugar puedes comer mayón (gusano) asado”.
Pero hay clientes que prefieren la comida más cotidiana con ingredientes que ya conocen. Por eso, los tsáchilas han buscado alternativas.
Por ejemplo, en lugar de un desayuno de bala de plátano verde, ellos hacen bolones de verde con queso. También introdujeron el pan.
Aunque la emplatada se sigue haciendo en hojas de plátano, recipientes de mate y utensilios elaborados con maderas de los bosques nativos.
Emilio Calazacón, guía del centro cultural Mushily, asegura que hay productos que ya se introdujeron hace más de 80 años, cuando empezaron a llegar los primeros colonos a Santo Domingo. Ahí trajeron productos como el arroz, el aceite e incluso la sal.
La tsáchila María Aguavil recuerda que hace 50 años, su madre elaboraba los alimentos en fogones de leña y para sazonar utilizaban plantas de los bosques y cítricos. “El pescado es nuestro ingrediente más típico y por su sabor no necesitaba sal ni aliños”.
El investigador tsáchila Agustín Calazacón señala que los antepasados, al ser nómadas, se adaptaban a cualquier comida e incluso llegaron a hacer trueques con los afroesmeraldeños y chachis. “De ese intercambio tenemos la bala, que pertenece a la gastronomía esmeraldeña”.
Según la Gobernación tsáchila, los ingredientes principales de los tsáchilas son los que se cultivan en sus comunidades como las frutas y en cuanto a carnes es la de pescado y de gallina. La de res y de cerdo han sido insertadas por los mestizos o por la escasez de peces debido a la contaminación de los ríos nativos.
Miriam Calazacón, guía y propietaria de Mushily, señala que para los guías y personal que pertenecen al centro cultural se sigue preparando la comida tradicional.
Ella afirma que la modificación del menú se hizo para atender los gustos de los clientes, pero respetando las tradiciones y costumbres ancestrales tsáchilas.
Sin embargo, la oferta gastronómica principal de los centros culturales sigue siendo la comida tradicional.