Usar la bicicleta para movilizarse en la ciudad requiere práctica y habilidad. Así sus paseos serán seguros y divertidos. Foto: EL COMERCIO
El ciclismo urbano es una tendencia mundial. Desplazarse en bicicleta es más barato, más eficiente (lo que se ahorra en tiempo y embotellamientos) y más sano que hacerlo en auto.
Con todo, pedalear entre automóviles requiere cierta habilidad y práctica, y unas cuantas nociones para que hacerlo sea seguro y divertido.
– Lo que primero se debe hace es informarse acerca de la infraestructura que ofrece la ciudad para la movilidad en bicicleta. Este es el punto más importante para la seguridad.
– Circule por el centro de tu carril, y hágase respetar. Una bicicleta arrimada al borde de la carretera despierta la tentación de adelantar en los coches, aunque no se pueda mantener una distancia prudencial durante el adelantamiento. Y un coche aparcado puede abrir sus puertas sin mirar y derribar al ciclista.
– Circule por el carril derecho. Los coches no esperan encontrar un usuario lento en el carril izquierdo (el rápido), y dado que adelantar por la derecha es poco común, se desconciertan. No obstante, si tiene que girar a la izquierda es mejor situarse en este carril con antelación. Si el carril derecho está ocupado, circule por el inmediato a su izquierda.
– Conducir en línea recta y ser predecible, indicando las maniobras que se va a realizar con los brazos.
– Circular a la velocidad adecuada. Adaptarse a la velocidad de la calle por donde circule y, si es posible, eligir calles tranquilas. Cuando circule por zonas de prioridad peatonal hacerlo a una velocidad similar a la de los viandantes, teniendo siempre en cuenta la prioridad del peatón. Si hay mucha densidad peatonal, desciende de tu bicicleta y camine con ella al lado.
– Buscar una ruta segura. Merece la pena seguir un buen itinerario por calles apacibles o por carriles-bici, con la ayuda de un plano. Frecuentemente, los cascos antiguos o los barrios tranquilos ofrecen buenas posibilidades.
– Hay que ser visible por la noche. Utilizar luz delantera blanca y trasera roja, además de reflectantes. El sistema de alumbrado conviene que sea a pilas o de dinamos con acumulador, para que la luz no se apague cuando se detiene.
– Utilice un casco. Pero hay que recordar que el uso del casco NO evita los accidentes. Una verdadera seguridad se basa en la utilización de medidas de protección activa: moderación de la velocidad, atención al conducir, prevenir los movimientos propios y de los demás, señalizar las maniobras, conducción defensiva…
– Ponga un retrovisor, es el elemento más el que aumentará más su seguridad.
– No circular con auriculares, pues impiden controlar adecuadamente el tráfico que se encuentra alrededor.