Este 16 de febrero del 2018 se estrenará ‘The Post’, ambientada en los avatares de un diario de Washington por publicar secretos de la guerra de Vietman. Foto:outnow.ch
Es verdad que comentar desde un periódico una película sobre periodismo, de entrada puede generar suspicacias. Y más una como ‘The Post’, que aparece justamente cuando se juntan en Estados Unidos el tema del feminismo con el del durísimo trato que el presidente Donald Trump mantiene con los periodistas.
Las coincidencias no existen y un director como Steven Spielberg, al menos desde que comenzó su etapa más humanista, no arma una obra por el mero placer de dirigir. ‘The Post’, nominada al Oscar, es una respuesta a estos tiempos que estamos viviendo, sobre todo cuando el papel de la prensa está siendo parte de un debate, no solo en ese país, sino en el mundo.
Hay razones más allá de la reivindicación del periodismo, por supuesto. Desde lo anecdótico, está en que solo Spielberg pudo reunir por primera vez a dos gigantes de la actuación, Meryl Streep y Tom Hanks.
Ella interpreta a una tímida y confundida dueña del The Washington Post en 1971, que busca la estabilidad financiera de su empresa pero que también debe tomar una difícil decisión que involucra, no solo el futuro del diario, sino a sus amistades: publicar documentos secretos que demuestran que el Gobierno ha mentido sobre la guerra en Vietnam.
Esto se matiza con que la dueña es vista como una mujer débil, heredera del diario y no apta para dirigirlo. ¡Cómo la subestiman! Por este papel, Streep está nominada al premio Oscar, este 4 de marzo.
Hanks no fue nominado -lo merecía, ha sido su mejor papel en años-, pero se luce en su interpretación del editor en jefe, audaz y algo cínico, que pugna para que esos documentos se publiquen.
Las cualidades técnicas y artísticas de la película, desde el manejo de cámaras la ambientación setentera, ayudan a que esta película se convierta en un valioso testimonio de la faceta vibrante de elaborar un periódico. Spielberg siempre honra sobre lo que filma. Esta vez, honra un oficio.