Las cifras han aumentado. Hasta el 2012, el tráfico en Internet generado por los ‘bots’ o robot virtuales llegaba al 40,5%. Sin embargo, el año pasado ese porcentaje alcanzó el 61,5%.
Esos datos, revelados por Incapsula, una empresa que ofrece servicios de seguridad informática, muestran que de cada 10 visitas a una web solo cuatro son generadas por seres humanos mientras que las otras seis son producidas por estos “equipos zombis”.
Luis Campuzano, webmaster ecuatoriano, indica que el sistema permite generar actividades de forma automática para interactuar con otros servicios, así como proporcionar una respuesta o publicar un contenido.
Este mecanismo es utilizado por las empresas con el objetivo de ganar clientes o seguidores por medio de ‘likes’ en las redes sociales como Facebook.
Además, son programados para editar textos, como el ‘bot’ de Wikipedia o responder sobre los contenidos de una plataforma como YouTube. Pero, los juegos también utilizan estos robots para que los usuarios compitan con la máquina.
Asimismo, tienen la capacidad de abrir cuentas en sitios de correo electrónico gratuito, por eso los servicios de Gmail o Yahoo tienen una opción para que el usuario escriba las palabras de un gráfico o audio. “Los robots pueden cumplir diferentes actividades como: index bots que es un software que utiliza los motores de búsqueda como Google para visitar sitios web indexados; clever bots que son programas que pueden gestionar una conversación humana con una computadora; o un spam bots que es un ‘software’ que envía publicidad”, dice Campuzano.
Pero también puede utilizarse de forma maliciosa a través de malware diseñado para infectar un equipo y conectarse a servidores que actúan como un centro de control y comando.
Desde hace cinco meses, Carlos López, de 35 años, encontraba en su perfil de Facebook publicaciones con fotos o direcciones web que no había colocado. Cada vez que sus amigos daban clic, automáticamente el servicio les direccionaba a una página completamente distinta al contenido que se promocionaba en el perfil de López. Su computadora empezó a ser lenta y se demoraba en cargar los programas.
Cristian Escobar, director de Antivirus y Seguridades de ESET Ecuador, indica que un ‘bot’ no efectúa ningún cambio trascendental en el computador ya que su único objetivo es utilizar sus recursos.
Sin embargo, provoca un bajo rendimiento del ordenador y genera que la conexión a Internet sea cada vez más deficiente.
Para evitar esto “el usuario debe mantener estándares de uso en cuanto a lo que acepta o no de la Web ya que al momento de navegar se convierte en la pieza clave para sufrir ataques cibernéticos”, dice Escobar.
Pero existe un mecanismo que los laboratorios de antivirus a escala mundial realizan para determinar el tipo de tráfico que genera un usuario. Esto se realiza por medio de la dirección IP del ordenador.
López tuvo que actualizar su computadora y colocar una licencia de antivirus para comprobar que no tenía un malware en su sistema. “Después de hacer el escaneo de los archivos y programas, tuve que cambiar la contraseña de mis cuentas en todas la redes sociales, correo electrónico y cuentas bancarias ‘online'”.
Durante el 2012, en América Latina se detectó la propagación de un código malicioso emitido por un ‘botnet’. Se trata de Dorkbot, un gusano que convierte a las computadoras infectadas como parte de una red de “equipos zombis” que roba las credenciales de acceso de los usuarios. Dorkbot cuenta con un módulo de robo de información. Eso quiere decir que cuando el usuario infectado se conecta a servicios como Gmail, Facebook, Hotmail o Twitter, sus credenciales de acceso se envían al atacante.
2% De equipos fueron infectados en Ecuador por el gusano Dorkbot.
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