Todo lo que debe saber sobre los envenenamientos en las mascotas

Imagen referencial. Taquicardia, depresión respiratoria, vómitos y convulsiones son algunos de los síntomas que muestran que una mascota fue envenenada. Foto: Pxhere.

Imagen referencial. Taquicardia, depresión respiratoria, vómitos y convulsiones son algunos de los síntomas que muestran que una mascota fue envenenada. Foto: Pxhere.

Imagen referencial. Taquicardia, depresión respiratoria, vómitos y convulsiones son algunos de los síntomas que muestran que una mascota fue envenenada. Foto: Pxhere.

El reciente envenenamiento masivo a perros de tres albergues en Quito, que dejó cerca de treinta víctimas, encendió las alarmas de los propietarios de mascotas. Si bien los perros murieron tras ingerir alimento donado que había sido previamente envenenado, las mascotas pueden ser víctimas de sustancias tóxicas en cualquier momento. 

Ricardo Abril, médico veterinario de la clínica Terranova,  explica que "un tóxico para nuestras mascotas puede ser toda sustancia química farmacológica (tanto de uso veterinario como de uso humano) o alimenticia que es administrada de manera accidental o de forma intencional con el propósito de hacer daño". 

"Más del 80% de intoxicaciones que llegan a clínica son causadas en casa", dice Abril. Y es que las mascotas pueden verse afectadas por productos muy comunes, un ejemplo de ello son los medicamentos como el paracetamol o el acetaminofén, que los seres humanos usan para manejar el dolor, y son tóxicos para perros y gatos.

También, dice el especialista, hay plantas que pueden ser cardiotóxicas, es decir que alteran las funciones cardíacas.  "Por ello se debe determinar qué tipo de plantas están en nuestro jardín", recomienda, pues "existe una frase que dice que toda sustancia ajena a nuestro organismo en una dosis inadecuada puede ser tóxica y generar trastornos". 

Algunas plantas pueden generar problemas en la salud de las mascotas. Foto: Pixabay.

Las mascotas también pueden ingerir tóxicos como los raticidas-wardarinicos y los organofosforados - carbonatos. Ambos tienen efectos distintos, pues los primeros "disminuyen los factores de coagulación, permitiendo que existan hemorragias internas, externas y esporádicas por los orificios del cuerpo" del animal. 

Los segundos, en cambio, afectan el sistema nervioso central. "Causan depresión respiratoria, problemas en la motricidad, vómitos, diarreas, baja en la temperatura, taquicardia, pupilas dilatadas o anisocoria", una pupila más grande que la otra. Si el veneno entra en contacto con las patas de las mascotas puede causar quemaduras

Según Abril, los animales de compañía también pueden ser intoxicados "con metales pesados, como por ejemplo plomo de baterías o pinturas en casas antiguas". Estos elementos afectan de igual manera al sistema nervioso central y algo característico es que "las mucosas orales, vaginales, anal y el pene pueden presentar un halo azulado". Este síntoma también, acompañado de una dificultad para respirar, puede presentarse si la mascota se expone a monóxido de carbono.

Imagen referencial. Las pupilas dilatadas pueden indicar que una mascota fue envenenada. Foto: Pixabay.


¿Qué hacer ante una situación de envenenamiento? la veterinaria Ana Guzmán explica que lo primero es mantener la calma y tratar de identificar qué ingirió la mascota. "Si está teniendo signos más fuertes como convlusiones, tratar de sostener al animal para que no se golpee". 

Si es que usted es testigo de lo que su mascota se comió, es recomendable inducir el vómito. "Hay tipos de venenos en los que no es recomendable, porque son corrosivos, erosionan las mucosas y cuando la mascota vomita le quema", dice Guzmán. Para lograr que su mascota vomite, Abril recomienda el uso de agua oxigenada de 10 volúmenes, esto solo si han transcurrido menos de dos horas desde la ingesta. 

"Posterior a las dos horas ya se empieza a digerir y hay que realizar lavados gástricos y manejar con carbón activado", asegura Abril. Guzmán acota que "siempre debes acudir al veterinario en casos de envenenamiento, aunque creas que es algo que quizás no tiene mucha importancia". 

En casos de envenenamiento, las mascotas siempre deben acudir al veterinario. Foto: Pixabay.

Lo más importante, sin embargo, es la prevención que se puede lograr evitando que productos que puedan dañar a las mascotas estén a su alcance. Guzmán pone el ejemplo de un desinfectante a base de cloro un producto que, según sus palabras, puede hacer que los animales quieran ingerirlo por su olor dulce. "A los gatos les suele gustar el sabor del refrigerante de los autos, pero es veneno", sentencia. 

Pese a que el envenenamiento de mascotas es considerado un delito en Ecuador según lo establecido por el Código Orgánico integral Penal (COIP), son frecuentes los casos de administración deliberada de alguna sustancia con el fin de causarles daño, como lo ocurrido en los refugios Acción Animal, Lucky y Defensa de la Vida Animal EC. 

Las mascotas pueden ser entrenadas para no aceptar comida de extraños. De esta forma se puede prevenir el envenenamiento. Foto: Pixabay.

En esos casos, dice Guzmán, lo más probable es que la persona coloque el veneno "en algo que les atraiga, en una salchicha o en comida". Para evitar esto, el animal puede ser entrenado para no aceptar comida de extraños. Abril concuerda "hay que enseñar a nuestros caninos a comer de manera adecuada, no del piso, no de extraños, para minimizar el riesgo".

Finalmente, Guzmán recomienda tener el número del veterinario a la mano. Él será quien le guíe en qué es lo que pudo haber ingerido el animal y si es que puede inducirle o no el vómito.  Abril asegura que la colaboración de los propietarios es clave, pues hay pocos exámenes que detecten qué tipo de veneno ingirió la mascota. 

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