En Santo Domingo de los Tsáchilas, los turistas ayudarán a comunas

Los turistas que llegaron en el feriado de Semana Santa al centro cultural Seke Sonachun prepararon el terreno para sembrar varias especies. Foto: Cortesía Seka Sonachum

Los turistas que llegaron en el feriado de Semana Santa al centro cultural Seke Sonachun prepararon el terreno para sembrar varias especies. Foto: Cortesía Seka Sonachum

Los turistas que llegaron en el feriado de Semana Santa al centro cultural Seke Sonachun prepararon el terreno para sembrar varias especies. Foto: Cortesía Seka Sonachum

En medio de los bosques aparecen atajos de tierra floja que obligan a caminar despacio para llegar a la comuna. Los arbustos hacen un cortejo entre puentes que conectan con un caserío tsáchila. Las chozas están dentro de una cavidad rodeada de flora.

Este paisaje es parte de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo de los Tsáchilas; inspiró a un grupo de turistas a impulsar un plan de siembra de especies maderables y frutales que no afecten a este ecosistema.

Sara Galisteo piensa que así se puede contribuir a llenar los espacios que actualmente están ocupados solo por maleza. La idea es también proteger a estos territorios ancestrales.

Ella acostumbra a pasear en esa comuna durante los fines de semana. En una de esas travesías, le propuso esa idea a Budy Calazacón.

Él administra el Centro del Buen Vivir y está de acuerdo con esta propuesta, que ya va dos años en marcha. El plan se ejecutó durante la celebración de la creación de ese lugar, pero no cobró tanta fuerza por lo que se busca aplicarlo ahora de forma más masiva.

Antes de la aplicación de esta propuesta, unas 40 hectáreas de la comuna lucían desocupadas. Por eso, la familia Calazacón se sumó a esta idea para reemplazar la maleza por la siembra de árboles maderables de fernán sánchez, guayacán o caoba. También plantaron especies frutales como la naranja, papaya, mandarina y ornamentales como la paja toquilla.

De esa forma, se reforestó una hectárea que ahora tiene además cacao, papaya, piña, orito, entre otros. La idea de recuperar estas áreas inutilizadas es compartida en las otras seis comunas tsáchilas.

Budy Calazacón llevó a una de las reuniones de la Gobernación Tsáchila la iniciativa que tuvo la acogida de los presidentes de los demás cabildos comunales. En Chigüilpe se definió que los mismos turistas lleven adelante la tarea.

Para contribuir con esta iniciativa, quienes visiten alguna de las comunas tsáchilas deben donar una planta. El plan busca que en principio unas 100 personas se involucren para ejecutar la medida.

David Tamayo y su novia ya sembraron una planta de caoba, tras una visita a las comunas. Ambos fueron los primeros en enterarse del plan.

Según la Gobernación Tsáchila, las familias de las comunas cuentan con suficiente espacio para permitir que se lleve adelante la siembra propuesta por los visitantes.

La líder de esta Gobernación, Diana Aguavil, afirma que en general se ocupan hasta 10 hectáreas para la habitabilidad, proyectos turísticos con centros ceremoniales. El resto de tierra tiene poca utilidad.

Aguavil dice que este proyecto incluso ayudaría a reducir la actual amenaza de invasión y apropiación ilegal de sus áreas, y también para mermar el alquiler de los predios.

Un estudio sobre la tenencia de la tierra que realizó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en el 2015 determinó que en 1958 los predios comunales de esta etnia ocupaban 19 000 hectáreas. Hace tres años, las tierras se redujeron hasta 8 393,48 hectáreas en las siete comunas.

Los turistas que han llegado en los últimos feriados se enteraron del plan de forestación tsáchila. María de Lourdes Ordóñez visitó Chigüilpe en el feriado de Semana Santa y ahí se comprometió a llevar un árbol de caoba para sembrar.

Javier Aguavil, habitante de la comuna Otongo Mapalí, aclara que pese a que son territorios fértiles no pueden sembrarse plantas que degraden las especies existentes que se emplean para las actividades cotidianas. Por eso recomienda que se introduzcan las variedades ya existentes para garantizar el cuidado de la flora.

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