El conocimiento del bosque tropical se refleja en los artículos de la Asociación de Mujeres Waorani. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
La chambira, una palmera, se convierte en shigra, cinturón, collar o pulsera al pasar por las manos de las mujeres waorani. La delicadeza de estas artesanías fascina a los turistas.
Ahora se trata de entender cómo en estos años tan tecnológicos aún se guardan y se transmiten esos saberes que demandan de un amplio conocimiento de la naturaleza. Así lo explica Miguel Barreiros, gestor cultural del Museo Mindalae, donde se exhiben y comercializan productos de la marca Waorani.
Esta empresa fue creada por la Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador (Amwae). Desde el 2005, un grupo de mujeres de esa nacionalidad trabaja en Pastaza, Napo y Orellana para defender el territorio y promover proyectos alternativos con el fin de obtener ingresos y conservar la biodiversidad de su entorno, con enfoque en el Yasuní.
El chocolate Wao es uno de los emprendimientos que más se ha dado a conocer, pues en el 2015 recibió el premio Latinoamérica Verde. La elaboración de artesanías es otro proyecto. Las mujeres más hábiles capacitan a otras para mejorar la calidad y diversificar los productos. Los artículos de adorno corporal son una tradición, pero ahora también elaboran individuales, paneras, llaveros, entre otros.
Patricia Nenquihui, presidenta de la Amwae, cuenta que se usan fibras vegetales, semillas y colorantes de origen vegetal. Todo es hecho a mano y cada artículo es único. El 70% de las ventas se destina a las artesanas y el 30% es para los gastos administrativos de la Amwae. Las mujeres, indica Nenquihui, invierten sus ingresos principalmente en la familia, la educación y la salud.
Por este motivo se creó la Asociación. Para el 2017-2020 se busca crear un proyecto relacionado a la medicina ancestral, para generar fuentes de ingreso a las mujeres que tienen esos conocimientos.